Aunque Colombia registró una caída en los secuestros en 2013, el repunte en los secuestros “express” es ocultado por las estadísticas, y refleja un cambio importante en la dinámica criminal del país.

Entre los 45 secuestros cometidos en 2014 y los 299 registrados en 2013 por el Ministerio de Defensa de Colombia, se puede ver un patrón de períodos cortos de cautiverio en el que los autores demandan relativamente pequeñas sumas de dinero, informó el diario El Colombiano. El General Humberto Guatibonza, comandante del GAULA, el grupo antisecuestro y antiextorsión de la Policía, dijo que tanto los delincuentes comunes como los guerrilleros estaban recurriendo cada vez más a métodos de “secuestro express”.

En febrero, El Tiempo informó que se han reportado 16 casos de este tipo de secuestro en 2014, particularmente concentrados en los departamentos (provincia) de Tolima, Arauca, Huila y Cundinamarca, y en la zona cafetera del país. Las víctimas fueron retenidas durante unas horas, y sus familias pagaron entre US$2.500 y US$5.000 para su liberación.

Según cifras oficiales, la mayor parte de los secuestros de 2013 fueron cometidos por delincuentes comunes, seguido por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). María Consuelo Jauregui, directora de la ONG Fundación País Libre, expresó su preocupación por el aumento en 2013 de los secuestros por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en el departamento de Arauca, rico en petróleo, en la frontera con Venezuela, informó el diario El Colombiano.

Análisis de InSight Crime

El número de secuestros ha disminuido dramáticamente en Colombia en la última década, de 2.123 en 2003 a 305 en 2012. La caída es un reflejo de la cambiante dinámica del conflicto y el paisaje criminal del país, el cual ha visto un aumento en los pequeños grupos criminales dedicados a extraer beneficios locales a través del microtráfico, la microextorsión y el secuestro.

En los lugares en donde las guerrillas fueron una vez los principales autores del crimen, su participación ha disminuido en parte por las iniciativas de las fuerzas de seguridad. El secuestro se ha vuelto políticamente perjudicial para las FARC, quien se comprometió a poner fin al crimen durante las conversaciones de paz en 2012. Si bien está claro que esto no ha sido plenamente respetado, con un caso el año pasado indicando que compartían víctimas con el ELN -quienes no han hecho tal promesa- son ahora criminales de bajo nivel los responsables de gran parte del delito.

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Esto se ve en el cambio hacia el secuestros express, que puede ser tan rápido y sencillo como lo que se conoce como un “paseo millonario”, en el que los delincuentes entran en un taxi y obligan al pasajero, bajo la amenaza del uso de violencia, a ir al cajero automático más cercano y retirar dinero de su cuenta. El caso de un agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en Inglés), asesinado el año pasado en Bogotá durante uno de estos secuestros express, puso de relieve esta modalidad.

Debido a que los secuestros express desdibujan las líneas entre los robos y los secuestros tradicionales -llevados a cabo durante largos períodos de tiempo para recaudar importantes sumas de dinero, o motivados por demandas no monetarias- el alcance de la criminalidad no se refleja en las estadísticas oficiales, es decir, el número de los secuestros en Colombia no revelan el verdadero alcance de la criminalidad.

2 respuestas a “Aumento de secuestro ‘express’ es señal de la evolución criminal de Colombia”