El gobierno de Bolivia ha anunciado un incremento en los decomisos de droga, como muestra de las mayores capacidades de interdicción, mientras que un escándalo que implica al presidente Evo Morales sigue su curso.

En los dos primeros meses de 2016, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) de Bolivia confiscó 69,48 toneladas de estupefacientes, casi tanto como las 70 toneladas confiscadas en los primeros siete meses de 2015, informó La Razón

Al celebrar las nuevas cifras de los decomisos, el ministro de gobierno Carlos Romero dijo, “Los resultados se dan por la magnitud de los operativos que se desplegaron de manera fuerte en zonas fronterizas. También se puede atribuir estos datos a que se incorporan nuevos componentes para tener precisamente más eficacia en los operativos.” 

Según el viceministro de defensa social Felipe Cáceres, la mayor parte de los envíos decomisados se hallaron en el departamento de Santa Cruz, que comparte una frontera con Brasil y Paraguay.

Entre tanto, la investigación a Gabriela Zapata, exnovia del presidente Evo Morales, quien fue capturada recientemente por enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias, sigue adelante. El 2 de marzo, las autoridades allanaron la residencia de Zapata en La Paz en busca de documentos pertinentes al caso.

En conferencia de prensa, Romero afirmó que Morales ha recibido amenazas de muerte y que el escándalo en el que está implicada Zapata hacía parte de una conspiración contra su administración, informó la AFP. El mismo Morales dijo que las denuncias podrían ser un intento por sacarlo del poder.

Análisis de InSight Crime

Aunque las autoridades insinúan que las recientes cifras de decomisos indican el refuerzo de las iniciativas contra las drogas, la realidad puede no ser tan prometedora. 

Para empezar, la cocaína sólo representaba una fracción de las casi 70 toneladas de estupefacientes incautados en los dos últimos meses. Esto indica que las autoridades están haciendo pocos avances contra los grupos criminales transnacionales que controlan el puente aéreo responsable del envío de enormes cantidades de cocaína por avión a Perú y Brasil pasando por Bolivia.

Es más, dos meses de datos no constituyen una tendencia perdurable, y las estadísticas de decomisos no siempre son una medida confiable de la capacidad de interdicción contra las drogas en un país. Sin duda, los decomisos de cocaína aumentaron cada año entre 2008 y 2012 antes de registrar una gran caída en 2013, pese al estatus de Bolivia como eje emergente de la droga en la región.

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Las altas cifras de decomisos se dan cuando el escándalo que involucra a Morales y a su exnovia sigue tomando fuerza. La fuerte reacción de Morales y su administración muestran lo dañinas que podrían ser las repercusiones políticas para el presidente.