La policía cree que una bomba que acabó con la vida de 5 personas en Chocó, Colombia, fue puesta o por la guerrilla de las FARC o por los Urabeños, demostrando la voluntad que tienen los grupos armados del país de emplear tácticas de terror para asegurar sus ingresos criminales.

La bomba explotó en un supermercado la noche del 25 de febrero en la ciudad de Quibdó, capital del departamento de Chocó, en el Pacífico colombiano. Hasta el momento, cinco personas han sido confirmadas como muertas y muchas más resultaron heridas, informó Radio Santa Fe.

La policía cree que el ataque fue un acto de represalia, al parecer la tienda se negó a pagar una tarifa de extorsión, y afirmó creer que la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fueron los responsables. Sin embargo, también especuló que existe la posibilidad de que la organización criminal los Urabeños, que extorsiona en la región, esté detrás del atentado.

Hasta ahora, las autoridades han detenido a seis personas en relación con el ataque, de quienes afirman son detenidos miembros de una red de apoyo del Frente 34 de las FARC, informó Radio Santa Fe.

Análisis de InSight Crime

Pese a que las FARC ha utilizado desde hace años los ataques con bombas en su guerra contra el Estado colombiano, este último ataque se destaca por la cantidad de muertos, no porque continue su lucha armada, sino por fines puramente criminales.

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Si, como se afirma, el ataque fue llevado a cabo por una de las redes de apoyo de las FARC, entonces esto podría implicar varias cosas. Podría estar refiriéndose a una de las milicias urbanas que las FARC han expandido durante los últimos años. Estas milicias operan a menudo de manera semi-independiente, llevando a cabo sus propias operaciones criminales, en particular la extorsión, así como también reciben órdenes de la guerrilla.

También es posible que la célula que puso la bomba no tenga ninguna lealtad ideológica sino que sea subcontratada por las FARC. Ha habido numerosos indicios que sugieren que las FARC están pagando cada vez más a grupos criminales tanto para llevar a cabo violencia política, como el intento de asesinato del político Fernando Londoño, como para otras actividades delictivas, incluyendo extorsión.

Sin embargo, no debe descartarse que los Urabeños hayan estado involucrados, pese a que sería poco usual que el grupo empleara tácticas de insurgencia. Las fuerzas de seguridad en la costa del Pacífico recientemente dijeron a InSight Crime que en ciertas zonas de la región, grupos narco-paramilitares como los Urabeños trabajan muy de cerca con las FARC, que son “lo mismo más o menos”, y que los Urabeños son sospechosos de estar implicados en ataques a infraestructura atribuidos a las FARC.