Un tribunal argentino ha dictado penas de entre 12 y 21 años de cárcel para cinco acusados en un histórico caso de narcotráfico, un paso positivo para un país que se ha convertido en un eje clave para el tráfico de drogas regional.
El caso fue apodado el escándalo del “carbón blanco”, debido a un método de contrabando que consistía en transportar cocaína boliviana de Argentina a Portugal, camuflado como carbón.
Los líderes del grupo de narcotraficantes —el abogado Carlos Salvatore y el empresario Patricio Gorosito— fueron condenados a 21 y 19 años respectivamente, según informó la prensa local. Otros dos empresarios fueron condenados a 17 años cada uno, mientras que el jefe de una planta de carbón fue sentenciado a 12 años.
Los cargos incluyen asociación ilícita y tráfico de estupefacientes. Estas sentencias dan por terminada una investigación que se extendió por varios años, la cual comenzó cuando las autoridades españolas, argentinas y portuguesas incautaron tres cargamentos de cocaína en 2012.
Análisis de InSight Crime
El desmantelamiento de la red de tráfico de carbón blanco indica que los tribunales argentinos siguen siendo capaces de enjuiciar a los acaudalados traficantes de droga. Es una victoria clave en un país cuyo gobierno ha sido señalado de ser lento en reconocer la importancia creciente de Argentina en el tráfico de drogas.
Argentina es un país clave en el tránsito de los cargamentos de droga con destino a Europa, y además tiene un lucrativo mercado interno. Como resultado, diversas organizaciones criminales extranjeras se han establecido en el país.
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Estos hechos han generado una creciente preocupación sobre el grado en el que el narcotráfico ha corrompido a las autoridades locales y nacionales. En particular, el jefe del gabinete de la presidenta Cristina Kirchner ha sido acusado de vínculos con el comercio de precursores químicos.
De modo que, aunque las condenas dictadas en el caso de carbón blanco significan un paso adelante, aún queda mucho por hacer. A pesar de haber inaugurado una nueva fuerza de policía antinarcóticos a principios de este año, la violencia relacionada con la droga sigue aumentando en Argentina. Recientemente, un exjefe de policía de Buenos Aires dijo que Argentina era apta para la aparición de organizaciones criminales, como el famoso Cartel de Medellín, del narcotraficante colombiano Pablo Escobar.
Si bien la analogía entre la Argentina actual y la Colombia de los años setenta puede ser inexacta, el gobierno de Argentina haría bien en asumir un enfoque más proactivo en lo que se refiere a los traficantes de drogas locales e internacionales.