El robo de miles de máscaras quirúrgicas en Cuba indica que el activo mercado negro de la isla se ha adaptado rápidamente a la pandemia del coronavirus.

A principios de abril, más de 4.500 máscaras quirúrgicas en 455 cajas fueron robadas de las bodegas estatales, según informó Cubadebate, publicación del gobierno cubano. Gracias a la inspección de una casa en Villa Clara se recuperaron casi 3.000 de las máscaras, así como bisturíes, batas, una computadora y otros equipos médicos. Ocho personas fueron arrestadas en relación con el robo, entre ellas empleados de la bodega y conductores del Ministerio de Salud Pública.

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Al 20 de abril, Cuba registraba 1.087 casos positivos de COVID-19 y 36 muertes.

Análisis de InSight Crime

Mercados negros como el de Cuba se están adaptando rápidamente a la necesidad de suministros médicos vitales en medio de la crisis de salud del coronavirus.

El robo, ocurrido un mes después de que las autoridades cubanas confirmaran los primeros casos de coronavirus en la isla a principios de marzo, no sorprendió a los expertos contactados por InSight Crime, quienes señalan que los mercados negros de Cuba son generados por la alta demanda de bienes que han escaseado por mucho tiempo.

Por ejemplo, el robo de diésel en Cuba aumentó en 2019, pues las sanciones sobre Venezuela condujeron a un abrupto corte de los suministros de petróleo al país caribeño.

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En América Latina el contrabando suele cruzar fronteras internacionales. En Cuba, los mercados negros son internos, según una fuente oficial que habló con InSight Crime bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado para hablar sobre el tema.

Las mercancías traídas del extranjero pueden llegar a tener precios altos, a menudo puestos por personas que reciben remesas. Sin embargo, los alimentos, los bienes de consumo y los equipos médicos también se están robando dentro de Cuba y están siendo revendidos a precios mucho más altos que en el mercado regular. Aunque hay duros castigos para quienes son capturados, los especuladores continúan operando en todos los niveles de la economía.

El robo de equipos médicos parece ser poco común. Una revisión en los medios de comunicación no mostró ningún caso reciente, eso a pesar de que la isla enfrentaba escasez de suplementos médicos desde antes del coronavirus.

Pero la participación de empleados del gobierno en el robo de suministros médicos indica que las debilidades en las cadenas de suministro pueden ser explotadas fácilmente. En otros países latinoamericanos también se ha dado el robo de suministros médicos estatales.

Por ejemplo, la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), un observatorio de Honduras, reveló en 2013 que de las bodegas estatales del país fueron extraídas medicinas por valor de millones de dólares, para quizá luego ser vendidas en el mercado negro, amenazando la vida de innumerables hondureños.