Redadas llevadas a cabo en todo el territorio de Costa Rica han puesto al descubierto una red de empresas de papel que filtran oro extraído ilegalmente a Estados Unidos, en un tipo de esquema de lavado de dólares multimillonario que no suele asociarse con el país centroamericano.

A finales de agosto, las autoridades costarricenses llevaron a cabo 32 operativos y arrestaron a 27 personas conectadas con la minería ilegal, según el Ministerio Público. La policía también recuperó lingotes de oro, drogas, dinero en efectivo y documentación de exportaciones falsa.

Walter Espinoza, director general del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en Costa Rica, declaró que la investigación sobre la red minera se inició en abril de 2019 luego de que las autoridades del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, de la ciudad de San José, observaran una cantidad de oro sin precedentes en la documentación de exportaciones.

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La investigación terminó develando una estructura de extracción y exportación que operaba en múltiples niveles, con diferentes equipos responsables de la extracción, el moldeado, el transporte, la exportación y el blanqueo del oro. En total, la red terminó al menos con US$60 millones por ventas internacionales de oro, según Espinoza, basado en los documentos de exportación decomisados.

El oro, extraído ilegalmente de Crucitas de Cutris, a lo largo de la frontera noreste con Nicaragua, y de Corcovado, al oeste de Costa Rica, se trasladaba a Estados Unidos por medio de empresas de comercio exterior, según explicaron las autoridades.

La desarticulación de la red ocurre pocos meses después de que un informe gubernamental sobre impacto ecológico develara que mineros ilegales en Crucitas de Cutris se habían tomado otras 70 hectáreas de tierra entre 2018 y 2019, lo que representa un incremento de 156 por ciento del total del territorio explotado.

El estudio también señaló que la expansión de la minería de oro ilegal en la región había contaminado por lo menos 35 cuerpos de agua locales, y los autores del informe estimaron que entre 2017 y 2018 los mineros extrajeron cerca de US$200 millones en oro de la región.

Análisis de InSight Crime

Por años ha habido minería ilegal en Crucitas de Cutris, Costa Rica, pero la reciente investigación revela que los sofisticados esquemas de financiación y blanqueo que normalmente se asociaban con los países suramericanos ricos en oro, se han abierto paso hasta Costa Rica.

El país otorgó una primera concesión minera en Crucitas de Cutris a la firma canadiense Infinito Gold Ltd en 2000. Varios grupos ambientalistas se opusieron al proyecto, lo que motivó varias interrupciones y reinicios en la década siguiente antes de que el gobierno costarricense cancelara permanentemente la concesión otorgada a Infinito Gold Ltd. en 2011.

Muy pronto los mineros ilegales se apropiaron de la infraestructura a medio construir, en especial los nicaragüenses que cruzaban la frontera a menos de cinco kilómetros de distancias, con el fin de extraer las reservas que quedaban con prácticas rudimentarias y muchas veces ambientalmente peligrosas.

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Esta última operación, sin embargo, muestra que los fiscales no solo siguen la pista a los mineros, sino también a los criminales que usaron empresas de papel para blanquear el oro ilegal y depositar las ganancias generadas por su venta. Según el OIJ, los miembros de la red falsificaron documentos para exportar el oro en lingotes a ciudades como Miami, Los Ángeles y Houston. El grupo también reclutó al menos a un funcionario del Ministerio de Finanzas para que los aconsejara y cubriera las operaciones de lavado de dinero del grupo. Los fiscales señalan que también podrían estar implicados otros funcionarios de gobierno.

Luego del decomiso de los narcóticos y el dinero en efectivo en los operativos del 20 de agosto, los fiscales abrieron una investigación paralela para determinar si la red de minería estaría involucrada en narcotráfico, según CR Hoy. En otros países latinoamericanos, como Venezuela, se sabe que hay grupos criminales que participan en forma simultánea en el tráfico de oro y de narcóticos.

Como lo resaltó InSight Crime en su serie GameChangers 2019, la minería ilegal ha llegado a disputarse las ganancias con el narcotráfico durante la última década, al crecer rápidamente en lugares como Perú y Ecuador. Y en Venezuela, se cree que hay organismos del Estado en coordinación con guerrillas para operar minas ilegales en el estado de Bolívar, y que el oro llega de algún modo a las arcas del gobierno de Nicolás Maduro.

Más aún, la astronómica cotización internacional del oro, que alcanzó un récord histórico el pasado 6 de agosto de 2020, no hará más que agudizar la demanda de oro de fuentes ilegales.