Un decomiso sin precedentes de casi media tonelada de cocaína, en la embajada rusa en Argentina ha dejado al descubierto una red internacional de tráfico que contaba con la ayuda de funcionarios corruptos en la policía y el servicio diplomático.

Luego de 14 meses de investigación conjunta por parte de autoridades rusas y argentinas, el 21 de febrero arrestaron a varias personas implicadas en un inusual esquema de tráfico de cocaína a Rusia que usaba maletas diplomáticas para traficar cocaína a Rusia, según un comunicado de prensa del Ministerio de Seguridad de Argentina.

La increíble sucesión de eventos comenzó el 13 de diciembre de 2016, cuando la ministra argentina de seguridad Patricia Bullrich recibió una alerta confidencial del embajador ruso Viktor Koronelli, en la que le recomendaba registrar las valijas diplomáticas guardadas en una escuela aledaña al predio de la embajada.

Las autoridades argentinas, trabajando en conjunto con el servicio de seguridad federal ruso, entraron a la embajada durante la noche y se incautaron de más de 850 libras de cocaína de alta calidad ocultas en el equipaje diplomático. Sin tardar, las autoridades instalaron cámaras y dispositivos de rastreo GPS en las maletas, reemplazaron la cocaína por harina que adquirieron en el mercado central de Buenos Aires y devolvieron las maletas a su lugar antes de la llegada del personal de la embajada, al día siguiente.

Власти Аргентины обнаружили 12 чемоданов с кокаином на территории российского посольства в Буэнос-Айресе. Предполагается, что их планировалось переправить дипломатической почтой в Россию и Европу pic.twitter.com/I32UtusTz6

— РБК (@ru_rbc) 22 de febrero de 2018

En el transcurso del año siguiente, los investigadores descubrieron una red de seis ciudadanos argentinos y ruso implicados en el intento de ingreso ilegal a Rusia de lo que aún creían que era un valioso cargamento de narcóticos.

La ministra de seguridad Patricia Bullrich informó que la red criminal era liderada por un empresario ruso identificado únicamente como “Señor K”.

Se presume que Ali Abyanov, en ese entonces funcionario de la embajada rusa, fue el principal contacto diplomático del cartel de drogas.

Ivan Blizniouk, agente de policía de la ciudad de Buenos Aires, de ascendencia rusa, y su confidente Alexander Chikalo, que trabajaba como contador de la embajada, están acusados de colaborar con la logística, incluyendo el paso de la droga por la aduana argentina.

El grupo falló en el intento de trasladar las maletas en tres ocasiones, en 2017, hasta el 9 de diciembre de ese año, cuando el gobierno ruso coordinó un vuelo para una visita oficial a Argentina, y se cargó el equipaje diplomático en el avión.

Dos días después en Moscú, las autoridades argentinas detuvieron a Vladimir Kalmykov y a Ishtimir Khudzamov cuando intentaban recoger las maletas. Al mismo tiempo, las autoridades rusas capturaban a Abyanov en su apartamento en Moscú.

Dos meses después, el 21 de febrero, Blizniouk y Chikalo fueron capturados por la policía nacional argentina en Buenos Aires.

Se cree que el misterioso “señor K” sigue fugitivo en Alemania, con una orden de captura internacional, según informó la ministra Bullrich.

Según las declaraciones de las autoridades rusas y argentinas, no es claro si la cocaína estaba destinada para la venta en la próxima Copa Mundo 2018, que se realizará en Rusia, o si se pretendía distribuirla en otros países europeos, incluida Alemania.

Análisis de InSight Crime

La extraordinaria historia del operativo de cocaína en la embajada argentina en Rusia se sale de lo común en la dinámica del narcotráfico entre Latinoamérica y Europa, lo que lleva a preguntarse cuál era el destino de los estupefacientes y cómo, para empezar, terminaron un agente de policía argentino y diplomáticos rusos envueltos en el tinglado.

En los últimos años, Europa ha ido cobrando cada vez mayor atractivo como destino para el tráfico de cocaína, con el intento de las redes lideradas por colombianos de capitalizar el auge de la producción en el país suramericano. Se han incautado enormes cargamentos de cocaína en España, Portugal, Bélgica y Alemania. A comienzos de este mes, también se frustró un plan para introducir ilegalmente media tonelada de cocaína al Reino Unido en un jet privado procedente de Colombia. Y anteriormente las autoridades también habían interceptado intentos de tráfico de cocaína desde Argentina a España y Portugal.

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Sin embargo, la red ruso-argentina que las autoridades desarticularon recientemente parece ser la primera confabulación a gran escala para el trasiego de cocaína a Europa pasando por Rusia. Aunque la bizarra asociación de diplomáticos, empresarios y un agente de policía terminó transportando maletas llenas de harina, se estima que el valor de las sustancias decomisadas habría tenido un valor de US$50 a US$60 millones de dólares en el mercado europeo.