Los poderosos carteles de la droga de México podrían estar utilizando drones armados para atacar a quienes obstaculizan sus operaciones criminales, un indicio de la expansión del uso de esta tecnología más allá del transporte de drogas y en labores de vigilancia.

En julio de este año, un dron armado fue utilizado para lanzar un ataque contra la casa del secretario de Seguridad Pública del estado de Baja California, Gerardo Sosa Olachea, en la ciudad de Tecate, ubicada en la frontera entre México y Estados Unidos, según un informe de la revista Zeta.

El informe señala que en el ataque se utilizaron por lo menos dos drones. El primero cargaba equipos de audio y video y dos artefactos explosivos improvisados (en inglés IED) que no detonaron cuando cayeron en el patio de la casa del funcionario. Según Zeta, también se vio otro dron sobrevolando por la casa, probablemente para realizar vigilancia.

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El incidente del pasado mes de julio representa la primera vez que un cartel mexicano usa un dron armado para llevar a cabo este tipo de ataques, como dice Mike Vigil, exdirector de Operaciones Internacionales de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus iniciales en inglés). Sin embargo, según Small Wars Journal, la “inoperabilidad” de los artefactos explosivos indica que el incidente se trató de un forma de intimidar al funcionario, más que de un ataque real.

En comentarios a Zeta, Sosa Olachea dijo que él cree que el conato probablemente lo realizó uno de los carteles de la droga que operan en la zona y a los cuales los funcionarios les han dado duros golpes, como la incautación de cargamentos de droga y el desmantelamiento de laboratorios de estupefacientes.

Se sabe que el Cartel de Tijuana, el Cartel de Sinaloa y el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) operan en esta área específica de la frontera México-Estados Unidos.

Hacia finales de 2017, Daily Beast informó sobre el primer supuesto incidente en el que se descubrió un dron armado como parte del arsenal de un cartel mexicano para ejecutar un violento ataque.

Análisis de InSight Crime

Los drones se están volviendo populares entre los grupos criminales y los agentes del orden de toda Latinoamérica, por su capacidad para llevar a cabo vigilancia y tráfico de drogas. Pero su uso, o posible uso, por parte del crimen organizado para ejecutar ataques violentos es un hecho reciente.

Una fuente de la DEA explica que, desde 2014, los carteles mexicanos han contratado trabajadores locales para encomendar la construcción de drones narco a su medida, que son utilizados para traficar cocaína y otras drogas por la frontera México-Estados Unidos.

Las fuerzas de seguridad mexicanas también han recurrido a los drones para transmitir imágenes y videos en tiempo real, con el fin de identificar las ubicación de sitios claves donde los carteles almacenan drogas y armas o realizan otras actividades criminales. Las autoridades estadounidenses también han utilizado drones en México para cooperar en la llamada “guerra contra las drogas” y en el enfrentamiento de los grupos criminales del país.

Pero, según Vigil, las recientes evidencias indican que los drones podrían ser el “método del futuro” que utilizarían los carteles de México involucrados en la “guerra de carteles”.

En comentarios a InSight Crime, Vigil señaló que, a medida que el hampa de México continúa fragmentándose, estos grupos pueden empezar a utilizar drones como un “arma ofensiva porque no implican la pérdida de seres humanos, cuyo remplazo es difícil, sobre todo si están bien entrenados y entienden cabalmente las operaciones de los carteles”.