El reciente asesinato de ocho personas en El Salvador es el tipo de masacre que es característica del narcotráfico transnacional, en un país ya de por sí devastado por la violencia relacionada con las pandillas y la policía.
Ocho personas fueron atadas y asesinadas con un tiro de gracia el 29 de marzo en un estacionamiento de camiones ubicado en las afueras de San Salvador, la capital del país. Los testigos señalaron que al menos 10 personas sospechosas llegaron en tres camionetas negras y e ingresaron a una casa cercana. Las autoridades creen que los sospechosos estaban buscando drogas y que la masacre es parte de un “ajuste de cuentas” relacionado con una organización narcotraficante, informó la prensa local.
Los sospechosos habrían utilizado pistolas con silenciador y se llevaron la mayoría de los casquillos de bala, lo que indica cierto grado de profesionalismo. Las autoridades encontraron la letra “Z” marcada con sangre en las paredes, un símbolo tradicionalmente asociado con el violento grupo criminal mexicano Los Zetas.
En todo el país se reportaron 53 homicidios el mismo fin de semana de la masacre. Este aumento de la violencia se presenta en un momento en que la situación de seguridad del país va de mal en peor, lo que generalmente ha sido atribuido a las pandillas callejeras locales, incluyendo a la Mara Salvatrucha (MS13) y a Barrio 18, las dos más grande del país.
Inundado de cadáveres, el Instituto de Medicina Legal (IML) de San Salvador no dio abasto para realizar autopsias a todas las víctimas, informó La Prensa Gráfica. “Sabemos que estamos en una emergencia, que la situación en El Salvador es cada día más violenta”, dijo al diario José Miguel Fortín, director del IML.
Análisis de InSight Crime
La situación de seguridad de El Salvador ha desmejorado dramáticamente desde que colapsó la tregua entre pandillas acordada en 2012, y la policía incluso se ha declarado en guerra con las pandillas callejeras. La posible participación de grupos criminales extranjeros como Los Zetas sólo podría empeorar las cosas.
Sin embargo, la sangrienta “Z” encontrada en la escena del crimen no necesariamente confirma la participación de Los Zetas en la masacre. En México se han presentado casos en que las pandillas utilizan el nombre de Los Zetas para intimidar a sus rivales e inspirar miedo. Los responsables de la masacre en El Salvador podrían estar haciendo lo mismo, o podrían haber invocado el nombre de Los Zetas para confundir a las autoridades y ocultar su verdadera identidad.
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Adicionalmente, en los últimos años el grupo mexicano ha visto el declive de su poder. Fragmentado y enfrentando la captura de sus principales líderes como alias “Z42”, existen razones para poner en duda que Los Zetas hayan conseguido expandirse de esta forma a El Salvador.
Dicho esto, El Salvador sigue siendo un importante país de tránsito para las drogas que tienen como destino el norte del continente. Sea cual sea el grupo detrás de la masacre, obviamente tenía la intención de enviar un mensaje al hampa de El Salvador. En caso tal de que este sea un anuncio de más violencia relacionada con el tráfico transnacional de drogas en el país, El Salvador podría estar por enfrentar días incluso más sombríos que los que vive actualmente.
Actualización: Las autoridades de El Salvador confirmaron que la masacre fue un “ajuste de cuentas” y que uno de los muertos era primo de un miembro de la organización narcotraficante Los Perrones.
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