La proporción de drogas traficadas a través del Caribe se ha más que triplicado en el lapso de cinco años, según funcionarios estadounidenses, lo que añade peso a las continuas advertencias de que los traficantes están buscando nuevas rutas, como resultado de la presión de las fuerzas de seguridad en Centroamérica y México.

El jefe de la División del Caribe de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), Vito Salvatore Guarino, dijo a El País de España que, entre los últimos tres a cinco años, la cantidad de cocaína que pasa por el Caribe en camino hacia Estados Unidos ha aumentado de un 5 por ciento del total a un 16 por ciento del total. Según Guarino, en términos absolutos, él estima que los traficantes envían actualmente de 90 a 100 toneladas a través de la región, en comparación con cerca de las 70 toneladas en años anteriores.

Desde octubre de 2012 a octubre de 2013, las fuerzas antinarcóticos incautaron 28 toneladas de droga que se movilizaban a través de la región, y arrestaron a más de 1.500 personas por cargos de drogas. Esto ha ido en aumento desde entonces, con un incremento del 2 por ciento en la proporción de las drogas que se movieron en la región, durante el primer trimestre del año fiscal 2014.

Las rutas más utilizadas salen desde el puerto de Cartagena, antes de pasar a República Dominicana y Puerto Rico, según Guarino. Jamaica, un importante país productor de marihuana, también ha surgido como un importante punto de transbordo de cocaína.

Análisis de InSight Crime

En los tres años desde que los líderes del Caribe advirtieron a Estados Unidos de un aumento en el tráfico de drogas a través de la región, se ha hecho cada vez más evidente que los traficantes están buscando revivir los corredores de cocaína del Caribe, que fueron populares en los años ochenta, cuando el 75 por ciento de las drogas incautadas en tránsito a Estados Unidos fue interceptado a lo largo de estas rutas.

Al menos una parte de la creciente la actividad a lo largo de las rutas del Caribe es el resultado de la represión de las fuerzas de seguridad en México y Centroamérica, que a su vez se hicieron populares debido a las operaciones antinarcóticos en el Caribe, destacando cómo las rutas de tráfico migran para seguir el camino de menor resistencia.

El uso de los puertos y los puntos de tránsito del Caribe se han puesto de relieve por las recientes incautaciones. En tan sólo las últimas dos semanas, dos envíos con cifras récord de cocaína líquida y cocaína fueron incautados por las autoridades colombianas en el puerto de Cartagena; una carga de siete toneladas con destino a los Países Bajos, y la otra con un alijo récord de 2,8 toneladas de cocaína líquida, que tenía como destino Guatemala.

Además, la Guardia Costera de Estados Unidos descargó recientemente 3,3 toneladas de cocaína en una base en Miami Beach, tras dos diferentes interdicciones de drogas en el Caribe, una de las cuales tuvo lugar justo al sur de Jamaica, y la otra al suroeste del mar Caribe.

Sin embargo, a pesar de las incautaciones y las advertencias de los funcionarios regionales, las cifras de la DEA muestran cómo el Caribe se encuentra todavía a cierta distancia de constituirse como la ruta principal que une a los países andinos, productores de cocaína, con Estados Unidos. Las autoridades creen que alrededor de 350 toneladas de cocaína todavía se mueven a través del Istmo.