Una llamada telefónica grabada entre miembros encarcelados de la MS13 en El Salvador y líderes en Estados Unidos, evidencia una estructura de mando cada vez más sofisticada, y ha resaltado los vínculos operacionales entre las ramas de la pandilla en ambos países.
La conferencia telefónica de dos horas, interceptada por las autoridades salvadoreñas, se produjo después de que alias “Cobra”, un líder de la Mara Salvatrucha (MS13) que opera desde la cárcel de Ciudad Barrios en El Salvador, departamento de La Unión, descubriera que otros pandilleros querían eliminarlo de su posición, informó El Diario de Hoy.
Durante la llamada telefónica, alias “Scarface”, hablando desde una cárcel en Santana, California, dijo a alias “Fayer” que él no tiene permiso para expulsar a Cobra de la dirección del grupo, y dijo: “Tengo la última palabra”. También le dijo a Fayer que todos los que participaron en el complot recibirían una paliza, y finalmente ordenó que se enviaran US$1.500 a otro líder de la MS13 en Los Ángeles.
Cobra dijo a los otros: “Tengo a todos los Estados Unidos a mi espalda”.
En otro ejemplo del alcance de la pandilla en Estados Unidos, La Prensa Gráfica informó que la policía recibe un promedio de 6,3 denuncias mensuales de extorsiones transnacionales de salvadoreños que viven en Estados Unidos por parte de pandillas en su país de orígen, con base en datos del 2012, con exigencias de pagos que por lo general van desde US$200 a US$ 3.000.
Análisis de InSight Crime
La MS13 tiene presencia en el área metropolitana de Washington DC, y en Los Ángeles, California, su lugar de nacimiento. Un monitoreo realizado por Estados Unidos ha demostrado que tanto la MS13 como sus rivales de Barrio 18 mantienen un contacto regular con sus homólogos en Estados Unidos, y la noticia de que la pandilla extorsiona con frecuencia a salvadoreños residentes en Estados Unidos sugiere un alto nivel de coordinación entre los los miembros en Estados Unidos y El Salvador.
En 2012, Estados Unidos también catalogó a la MS13 como un grupo de crimen organizado transnacional con base en la creciente sofisticación y alcance transnacional del grupo, con funcionarios diciendo que los miembros estadounidenses responden a un comando central en El Salvador. Aunque aún quedan dudas importantes sobre si la MS13 puede ser clasificada como tal, la más reciente interceptación telefónica indica que el nivel de coordinación transnacional puede ser mayor a lo que se pensó en un principio, aunque en este caso se trataba de líderes en Estados Unidos dando órdenes a sus contrapartes en El Salvador, no a la inversa.
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Ha habido indicios de que la tregua entre la MS13 y Barrio 18 ha fortalecido la jerarquía de las pandillas, ya que el liderazgo de ambos grupos ha tenido que dirigir una organización más fuerte para garantizar el respeto de la tregua, un desarrollo que puede a su vez promover la coordinación transnacional a medida que las pandillas se organizan cada vez.