Un reciente informe ha resaltado el creciente papel del país de Mozambique, en África Oriental, en el tráfico internacional de droga, añadiendo peso a las advertencias de que la influencia de los criminales latinoamericanos en África ya no se limita a una serie de países en el Occidente del continente.

La investigación realizada por Think Africa Press, explica cómo las porosas fronteras de Mozambique, una extensa costa y un gobierno fragmentado, han convertido al país en un punto de transbordo cada vez más popular para los traficantes internacionales de droga.

Normalmente la cocaína es ingresada a Mozambique a través de mulas de droga que viajan en avión desde Colombia y Brasil, aunque algunas también llegan por mar. Los patrones de captura y de incautaciones en el aeropuerto de la capital, Maputo, indican que la mayoría de estas mulas son ciudadanos sudafricanos, mozambiqueños, nigerianos o tanzanos.

Gran parte de la cocaína es transportada posteriormente hacia Sudáfrica, país que el informe señala como el mayor mercado de consumo regional, o es llevada a Europa y Asia Oriental. La venta local de cocaína a turistas y ciudadanos de Mozambique también se vuelve cada vez más un subproducto del comercio de droga.

Algunos creen que los esfuerzos de las autoridades para contrarrestar las actividades de tráfico de droga se ven comprometidas por la corrupción por parte de los funcionarios de seguridad y del gobierno, y por la falta de recursos.

Las otras drogas que más transitan por Mozambique son la heroína, el mandrax (un sedante) y la marihuana, las cuales son enviadas principalmente desde el sur de Asia.

Análisis de InSight Crime

En los últimos años, África se ha convertido en un punto de transbordo popular para los traficantes de cocaína de Latinoamérica, quienes se aprovechan de los corruptos e ineficaces controles de seguridad y de la proximidad del continente para el cada vez más importante mercado europeo.

La nación de África Occidental, Guinea-Bissau, se ha convertido en el más notorio centro de drogas de África, pues la corrupción de alto nivel ha convertido al país en un autentico narco-Estado. Sin embargo, ha habido señales de advertencia de que la presencia del tráfico está en expansión, con un informe del 2013 realizado por el Africa Center for Strategic Studies (ACSS) resaltando la forma en que otros países de la región, como Malí, Gambia, Ghana, Nigeria, Kenia y Mozambique, también corren el riesgo de caer en las garras del comercio mundial de drogas.

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La ubicación de Mozambique en la costa oriental de África hace que sea una opción menos obvia como punto de tránsito para la cocaína que llega de las Américas, en particular para las drogas transportadas por medio de rutas marítimas. Sin embargo, el informe de Think Africa Press sugiere que los traficantes están utilizando métodos diferentes a los utilizados en la costa occidental, haciendo uso de vuelos comerciales y de barcos en lugar de transportar el producto por si mismos. En un informe publicado a finales de 2013, la Comunidad de Policías de América (Ameripol), señaló el uso de la costa África Oriental por los traficantes, como parte de una que ruta que pasa por el Canal del Suez. 

No está claro si los traficantes que utilizan a Mozambique como punto de tránsito son de Latinoamérica o de África. A pesar de que los grupos latinoamericanos fueron los pioneros en el uso del continente para el tráfico, se cree que los grupos africanos del crimen organizado -en particular los nigerianos- están jugando un papel cada vez más importante en el comercio de cocaína.