En una conferencia de prensa que recibió poca atención de los medios, el zar antidrogas de Estados Unidos, William Brownfield, sentó las bases para el nuevo enfoque que dará Estados Unidos a la política internacional de drogas, apuntando a la evolución del panorama político frente a la regulación de las drogas en las Américas.

En un encuentro con la prensa que tomó lugar el 9 de octubre en la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, Brownfield expuso la posición de Estados Unidos frente a la política internacional de drogas, que incluye “aceptar la interpretación flexible” de las convenciones sobre el control de drogas de la ONU, esbozadas por primera vez en los años sesenta. Brownfield declaró que:

“Las cosas han cambiado desde 1961. Debemos tener la suficiente flexibilidad para permitirnos incorporar esos cambios en nuestras políticas […] para tolerar diferentes políticas antinarcóticos nacionales, para aceptar el hecho de que algunos países tendrán enfoques de drogas muy estrictos y que otros legalizarán categorías enteras de drogas”.

Brownfield argumentó que, sin importar el enfoque que den a la regulación de las drogas, todos los países deben “ponerse de acuerdo para combatir y resistirse a las organizaciones criminales -no a quienes compran y consumen, sino a quienes comercializan y trafican el producto para obtener beneficios económicos”.

El zar antidrogas señaló que la modificación de la legislación en Estados Unidos ha afectado la actitud del país hacia las políticas de drogas alternativas en otros países. “¿Cómo podría yo, un representante del gobierno de los Estados Unidos de América, ser intolerante frente a un gobierno que permite experimentar con la legalización de la marihuana, si dos de los 50 estados de los Estados Unidos de América han elegido tomar ese mismo camino?” señaló Brownfield.

Brownfield también reveló que ha acordado intercambiar evaluaciones a las políticas de legalización de la marihuana con funcionarios gubernamentales de Uruguay, con el fin de medir su impacto sobre la violencia y el crimen organizado.

La conferencia de prensa hizo parte de un seguimiento a un discurso presentado por Brownfield ese mismo día a la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU.

Análisis de InSight Crime

Las declaraciones de Brownfield, que abogan por dar un enfoque más flexible a la política internacional de drogas, representan un hito para el movimiento que pretende reformar la política de drogas. Estas son otra indicación de que Estados Unidos está empezando a mirar a las drogas ilícitas como un problema de salud pública, y no únicamente como uno de justicia penal. En la Estrategia Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca 2014 (pdf), el presidente Barack Obama señaló que las reformas al sistema de justicia penal habían abordado las disparidades en las sentencias por crímenes relacionados con las drogas, y ofreció alternativas a la prisión para las personas que abusan de sustancias y que no tienen comportamientos violentos.

VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre política antidrogas

Las declaraciones de Brownfield se presentan mientras Estados Unidos se enfrenta a una creciente presión para repensar la política de drogas, con algunos de sus aliados regionales —como Colombia, Guatemala y México— moviéndose hacia políticas más liberalizadas.

La posición más liberal de Estados Unidos también puede reflejar cambios en los patrones de consumo de drogas en el país. Brownfield indicó que actualmente el consumo de cocaína en Estados Unidos es casi la mitad de lo que era hace 10 años, mientras que la mayor amenaza de las drogas en el país ahora está representada por el abuso de medicamentos recetados, según la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés). Esto significa que, en su guerra contra las drogas, Washington podría estar mirando hacia adentro, en lugar de hacia Latinoamérica, cada vez más.

10 respuestas a “Posición de Estados Unidos podría marcar un cambio en la política internacional de drogas”