En un momento en que el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC se dirigen hacia un acuerdo final de paz, un excomandante de la policía que hace parte del equipo negociador del gobierno anunció que el grupo guerrillero se comprometió a romper todo tipo de vínculos con el narcotráfico.
Eligiendo cuidadosamente sus palabras durante una conferencia de prensa el pasado 15 de enero, el general en retiro Óscar Naranjo Trujillo dijo que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han prometido romper “cualquier vínculo que tengan o hayan tenido con el narcotráfico”, informó El Espectador.
Según informes de Caracol, el general Naranjo, quien se desempeñó anteriormente como director de la policía nacional de Colombia, aseguró a los críticos del proceso de paz que un acuerdo con las FARC no implicaría dejar de responsabilizar a los guerrilleros por su participación en el narcotráfico.
La declaración del general Naranjo vino después del anuncio que el presidente Juan Manuel Santos dirigió a los negociadores de paz del gobierno para comenzar a discutir un cese bilateral al fuego con las FARC lo más pronto posible.
Por otra parte, el Ministerio de Defensa publicó estadísticas de 2014 en las que se muestra que las autoridades colombianas incautaron más de 166 toneladas de cocaína el año pasado y erradicaron 11.700 hectáreas de cultivos de droga.
Análisis de InSight Crime
Las FARC y el gobierno colombiano parecen estar acelerando el ritmo de las negociaciones de paz, pero el acuerdo del grupo guerrillero de romper sus vínculos con el narcotráfico es una promesa que quizá no pueda cumplir.
Como señalan las declaraciones del general Naranjo, las FARC han utilizado el tráfico de drogas para financiar su insurgencia, que se ha extendido por más de 50 años. Aunque las FARC nunca han admitido oficialmente su participación más allá de gravar los cultivos de coca y otras actividades relacionadas con el comercio de drogas en su territorio, las evidencias señalan que han participado en el narcotráfico en varios niveles. InSight Crime cree que el grupo guerrillero gana más de US$200 millones en actividades vinculadas al narcotráfico.
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Teniendo en cuenta los beneficios en juego y el grado en el que ciertos frentes de las FARC están comprometidos con el tráfico de drogas, un acuerdo definitivo de paz quizá llevaría a la fragmentación de la guerrilla, dado que algunas facciones seguirían delinquiendo mientras otras se desarman. Según las investigaciones de InSight Crime, el Bloque Iván Ríos, que opera en los departamentos de Antioquia, Córdoba y Chocó, es uno de los que tienen mayores posibilidades de continuar incurriendo en actividades criminales.
La capacidad y disposición del grupo guerrillero para desconectarse completamente del tráfico de drogas también se complica por las consideraciones políticas. Los campesinos cocaleros son una de las bases de apoyo de las FARC, y parece poco probable que el grupo guerrillero simplemente entregue las regiones cocaleras a los grupos neoparamilitares, conocidos como Bacrim.