El embajador de Estados Unidos en Colombia expresó públicamente los grandes reparos de su país en relación con el acuerdo de paz de Colombia con la guerrilla de las FARC, lo que se suma a la creciente presión de Estados Unidos en torno al histórico acuerdo.

“Las FARC no han cumplido, a mi juicio, con sus obligaciones basadas en el acuerdo”, dijo el embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, durante una reciente entrevista con El Tiempo.

Refiriéndose a comentarios anteriores de otros funcionarios estadounidenses, Whitaker sostuvo que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) siguen fomentando el cultivo de la coca en ciertas áreas del país y señaló que el grupo guerrillero desmovilizado no debería participar en los intentos del gobierno de implementar programas de sustitución de cultivos para los cocaleros.

Aunque dijo que Estados Unidos reconoce los esfuerzos de Colombia para erradicar la coca, el embajador insistió en que el país andino debe esforzarse aún más.

“Es aritmética: más coca, más cocaína; más cocaína, más problemas de seguridad y salud pública en los dos países”, dijo Whitaker.

Además, el embajador dijo que “las FARC necesitan dar la información acerca del narcotráfico para que haya investigaciones” y señaló que dicho proceso, estipulado en los acuerdos de paz, “aún no ha ocurrido”.

Whitaker también relacionó la voluntad de las FARC de proporcionar información sobre el narcotráfico con el estatus del grupo como una estructura que Estados Unidos ha incluido en su lista de organizaciones terroristas. Dijo que la decisión de Estados Unidos de sacar a las FARC de la lista negra solamente estaría basada en actos concretos que demuestren que el grupo ha cumplido con los acuerdos de paz.

Análisis de InSight Crime

Los comentarios de Whitaker hacen parte de las crecientes presiones de Estados Unidos sobre Colombia en relación con los acuerdos de paz que, según funcionarios de Estados Unidos, son en gran parte responsables del aumento en la producción de cocaína colombiana en los últimos años. Pero esta presión no ha ayudado a que el proceso de paz avance; por el contrario, ha causado divisiones en las cruciales relaciones de seguridad entre Estados Unidos y Colombia.

La implementación de los acuerdos de paz es un proceso delicado. Ciertas medidas, como la entrega de las armas por parte de las FARC, fueron prioridades para las que los acuerdos establecieron un período de tiempo definido. Ese no es el caso de la obligación de las FARC de divulgar información sobre el tráfico de cocaína. Las FARC no han cumplido con esta disposición simplemente porque el proceso aún no ha llegado a la etapa de elaboración de los complicados casos judiciales basados en revelaciones de las FARC y en su cooperación con los fiscales.

Vea también: Cobertura sobre paz con las FARC

Como InSight Crime registró el año pasado, el gobierno colombiano ha pedido a Estados Unidos que saque a las FARC de la lista de organizaciones terroristas, con el fin de fomentar la confianza de los guerrilleros desmovilizados en el proceso de paz. Sin embargo, los comentarios de Whitaker permiten suponer que Estados Unidos estará reacio a dar ese paso, a menos que el gobierno colombiano pueda hacer concesiones en el tema de las drogas, que, desde la perspectiva de los funcionarios estadounidenses, se ha convertido en un verdadero obstáculo.