La policía de Perú ha señalado que un nacional libanés capturado recientemente ha confesado ser miembro del grupo militante islamista Hezbolá, aunque sobre el caso todavía hay varias preguntas sin respuesta.
Mohamed Ghaleb Hamdar fue detenido el 28 de octubre en un barrio de clase media de Lima, después de que la policía encontrara restos de material explosivo en su basura, informó EFE.
La agencia de noticias informó que la policía peruana comenzó a monitorear a Hamdar a petición de la inteligencia israelí, Mossad.
Según Perú 21, Hamdar entró a Perú desde São Paulo, Brasil, a principios de julio, utilizando un pasaporte de Sierra Leona.
A raíz de la confesión de Hamdar, el jefe de la policía de Perú dijo que la investigación sobre su caso había “concluido”, pero no especificó los cargos a los cuales se enfrentaría.
El canal de televisión peruano Willax TV había informado anteriormente que Hamdar se hacía pasar como “fisiculturista” en un gimnasio local.
Análisis de InSight Crime
Los funcionarios peruanos aún no han hecho públicos muchos de los detalles de la investigación, ni la información sobre lo que Hamdar estaría haciendo en Perú o sobre su papel en Hezbolá. Dada la historia de Perú en relación con los ataques terroristas cometidos por grupos guerrilleros como Sendero Luminoso -incluyendo una bomba en Lima en 1992 que dejó un saldo de 25 muertos y más de 150 heridos- es comprensible que las autoridades de seguridad del país se muestren más sensibles cuando se trata de lidiar con otros presuntos complots terroristas.
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Aún así, hay muchas preguntas que quedan sin resolver. Por ejemplo, puede ser significativo que Hamdar entrara a Perú a través de Brasil: a principios de esta semana, los documentos de la policía federal que fueron hechos públicos por el diario brasileño O Globo mostraron la existencia de vínculos entre Hezbolá y la pandilla de prisión de Brasil Primer Comando Capital (PCC).
Los informes anteriores sobre la presencia o la actividad de Hezbolá en países andinos como Perú también parecen ser limitados. La mayor parte del control que se ha hecho a las operaciones del grupo islamista en Latinoamérica ha estado centrado en la región de la Triple Frontera, donde se encuentran Paraguay, Argentina y Brasil.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha añadido a su lista negra algunos individuos ubicados en esta zona, los cuales proporcionan apoyo logístico y financiero a Hezbolá. La lista negra del Departamento del Tesoro también incluye personas ubicadas en Venezuela y Colombia, por manejar una red de lavado de dinero vinculada al grupo islamista.
Sin embargo, en Perú no se han producido sanciones similares.