Las autoridades de Honduras han confiscado 52 propiedades que pertenecen a uno de los principales grupos narcotraficantes del país -la familia Valle- en una movida que podría representar el comienzo de una arremetida más grande contra el poderoso clan.
El 18 de agosto, las autoridades confiscaron las propiedades de los hermanos Luis Alfonso, Miguel Arnulfo, Digna y Deisy Valle Valle en las provincias de Copán y Cortés. En la operación participaron más de 200 policías, fiscales y personal de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI), informó La Prensa.
Las propiedades incluyen diversas residencias y terrenos, cinco haciendas, una agropecuaria, una ferretería, una empresa dedicada a la ganadería y una cafetería. Las residencias fueron equipadas con artículos de lujo, incluyendo piscinas, jacuzzis y bares. En una casa incluso había una zona para espectáculos de bailes eróticos y un “minihotel” para hospedar a los invitados especiales, informó El Heraldo.
No se hicieron arrestos durante la operación, informó La Tribuna. Las autoridades encontraron algunas propiedades completamente vacías, informó El Heraldo. Según el comandante regional de la fuerza especial Fusina, German Alfaro, los sospechosos probablemente habían huido tras la captura en julio de Digna Valle Valle en Estados Unidos.
Se cree que otras propiedades de la familia Valle actualmente se encuentran bajo el nombre de testaferros.
Análisis de InSight Crime
Luis Alfonso y Miguel Arnulfo supuestamente manejan las operaciones de tráfico de drogas, principalmente fuera de la provincia de Copán, al occidente del país -en la frontera con Guatemala- usando una red criminal pequeña. Se cree que los Valle mueven hasta 20 toneladas de cocaína al mes a través de Honduras, principalmente para el Cartel de Sinaloa, y sus operaciones se han visto facilitadas por la protección del gobierno local.
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A raíz de la detención de Digna Valle Valle por parte de Estados Unidos, las recientes confiscaciones de bienes podrían representar el comienzo de una movida más amplia contra el grupo en Honduras, probablemente impulsada por la presión de Estados Unidos que ha levantado cargos contra la familia.
También es una de varias medidas que indican que el gobierno de Honduras está apuntando a los criminales que anteriormente eran intocables. En septiembre pasado, las autoridades incautaron US$800 millones en activos de los Cachiros -otro importante grupo de transporte de Honduras- también ante la presión estadounidense. A principios de este mes, 17 propiedades fueron confiscadas a los hijos del exnarcotraficante Juan Ramón Matta Ballesteros, y en la primavera pasada Honduras completó su primera extradición a Estados Unidos de un importante narcotraficante.
Sin embargo, la pregunta es qué sucederá después. Sin cargos aún presentados contra algún miembro de los Valle en Honduras, es posible que las confiscaciones de las propiedades sean poco más que un espectáculo superficial para las autoridades estadounidenses. Por otra parte, las autoridades pueden estar esperando a que Estados Unidos emita los cargos, ya que imputar cargos en Honduras podría complicar los procesos de extradición a futuro.