Human Rights Watch ha descubierto que la violencia policial está aumentando en Río de Janeiro, y hay evidencia que sugiere que muchos presuntos tiroteos entre la policía y los criminales son en realidad asesinatos extrajudiciales, un problema permanente que adquiere mayor importancia a medida que los Juegos Olímpicos se acercan.
Al menos 645 personas murieron en 2015 por acción de la policía del estado de Río de Janeiro, según un reciente informe de Human Rights Watch titulado “‘Los policías buenos tienen miedo’: el impacto de la violencia policial en Río de Janeiro” (pdf). Aunque esta cifra representa menos de la mitad del número de homicidios reportados por la policía en 2007, es un aumento sustancial de las aproximadamente 400 muertes que se presentaron en 2013. La violencia policial ha seguido aumentando en 2016, con 322 muertes a manos de la policía en los primeros cinco meses del año.
Durante el curso de su investigación —que incluyó 88 entrevistas realizadas entre noviembre de 2015 y mayo de 2016 y en la cual se analizan casos de supuestos abusos por parte de la policía— Human Rights Watch “encontró sustancial evidencia creíble de que muchas personas muertas en presuntos tiroteos fueron de hecho ejecutadas por agentes de la policía”.
Según Human Rights Watch, los agentes sospechosos de cometer asesinatos extrajudiciales raramente reciben castigos, lo cual conduce a mayores niveles de inseguridad general.
“Mientras no haya rendición de cuentas, seguirá habiendo agentes que cometerán ejecuciones extrajudiciales, y con ello harán más difícil y peligroso el trabajo para todos los demás policías”, dijo María Laura Canineu, directora de Human Rights Watch en Brasil.
Análisis de InSight Crime
Los altos índices de violencia e impunidad entre la policía brasileña no es algo nuevo ni exclusivo de Río de Janeiro. Los agentes del estado de São Paulo, por ejemplo, dieron muerte a más personas en los últimos 20 años que toda la fuerza policial de Estados Unidos durante el mismo intervalo de tiempo.
VEA TAMBIÉN: Noticias y perfiles de Brasil
Pero las conclusiones del informe son especialmente preocupantes, dado el aumento en las fuerzas de seguridad por toda la ciudad como preparación para los Juegos Olímpicos, que se realizarán en Río el próximo mes. Casi diariamente se están presentando tiroteos entre la policía y los grupos del crimen organizado. El despliegue de unos 85.000 policías y militares para garantizar la seguridad durante los Juegos Olímpicos podría llegar a convertir a Río en una verdadera bomba de tiempo.
La policía de Río no solo ejerce la violencia: los miembros de la policía también están siendo víctimas más frecuentes de la creciente inseguridad en la ciudad. Según Pauta Do Dia, un blog dedicado a monitorear la criminalidad en Río, al menos 55 policías en servicio y fuera de servicio fueron asesinados en la ciudad durante los primeros seis meses de 2016, un aumento de casi cinco veces con respecto al número de oficiales asesinados durante el mismo período en el año 2015.