Una investigación en curso sobre Los Zetas ha descubierto que este violento grupo criminal utilizó una prisión para deshacerse de más de 150 víctimas, lo cual llama la atención sobre el escandaloso nivel de corrupción al interior del sistema penitenciario de México y de los gobiernos estatales.
Investigadores de la Subdivisión de Personas Desaparecidas de la Procuraduría General de la República de México afirman que Los Zetas mataron a más de 150 personas en la prisión de Piedras Negras, en el estado norteño de Coahuila, entre los años de 2010 y 2012, informó El Español.
Las víctimas al parecer fueron llevadas a la prisión, donde los miembros de Los Zetas las asesinaban y a menudo incineraban sus cuerpos en barriles llenos de combustible diésel, conocidos como “hornos”. Los restos eran luego lanzados a un río cercano, según dijo Juan José Yáñez, director de la investigación.
Se cree que Los Zetas tuvieron el control de Piedras Negras durante el período de tiempo en que ocurrieron estas atrocidades. En la instalación supuestamente se elaboraban uniformes y chalecos antibalas, y se modificaban coches para ocultar drogas y armas de Los Zetas. La prisión de Piedras Negras también fue utilizada como refugio y base de operaciones del grupo criminal, señaló Yáñez.
La investigación comenzó a finales de 2014, después de que varios testigos afirmaron que dos de las víctimas fueron vistas por última vez en la prisión de Piedras Negras, o en sus alrededores, antes de su desaparición. Los reclusos luego les contaron a los investigadores sobre numerosos casos en los que los miembros de Los Zetas arrojaban personas a los “hornos”, según dice el informe.
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En diálogo con La Jornada, Silvia Ortiz Solís, del Grupo Vida (una organización que trabaja con las familias de los desaparecidos), no estuvo de acuerdo con una afirmación hecha por Yáñez, según la cual la mayoría de las víctimas pertenecían a grupos criminales rivales. Sin embargo, ambos están de acuerdo en que este caso es indicio de un escandaloso nivel de corrupción tanto al interior de la prisión como en el gobierno local.
“No me explico yo cómo pudo pasar esto sin que hubiera una reacción”, comentó Yáñez.
Al parecer, los investigadores están evaluando denuncias de incidentes similares en otras cárceles de Coahuila.
Análisis de InSight Crime
El descarado uso de los Zetas de la prisión de Piedras Negras como un vertedero de sus víctimas da cuenta del nivel de corrupción en el sistema penitenciario mexicano. Aunque este caso se presentó hace ya varios años, México ha fallado en realizar importantes reformas a su sistema penitenciario desde que estas barbaridades presuntamente ocurrieron. Dichas fallas se hicieron flagrantemente obvias el año pasado, cuando las autoridades detuvieron a varios altos funcionarios penitenciarios por su presunta participación en la fuga del famoso narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán de una prisión de máxima seguridad.
La investigación llama la atención no sólo sobre la corrupción al interior del sistema penitenciario, sino también en el gobierno de Coahuila.
El período durante el cual Los Zetas presuntamente tuvieron el control de Piedras Negras coincide aproximadamente con el periodo de Humberto Moreira como gobernador de Coahuila. Moreira fue detenido recientemente en España por cargos de lavado de dinero, y ha sido acusado de tener vínculos con Los Zetas. En 2011, la administración de Moreira le impidió a la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México que realizara una visita a la prisión. Independientemente de que haya sido intencional o no, dicha decisión pudo haber retrasado a las autoridades en su descubrimiento de las operaciones criminales de Los Zetas dentro de la prisión.