La incautación de un cargamento de heroína vinculado con el grupo criminal más poderoso de Colombia, Los Urabeños, ha llamado la atención por lo que parece el aumento de lo que una vez fue un mercado criminal en declive, pese a la competencia de los carteles mexicanos.
La policía antinarcóticos se incautó de 16,6 kilos de heroína en una requisa a vehículos en el departamento de Valle del Cauca, al occidente del país, según el diario local El País.
El comandante regional de policía general Rodrigo González Herrera declaró a El País que el cargamento, avaluado en cerca de US$87.000, era traficado por una unidad de narcotraficantes aliados a Los Urabeños con destino a Panamá.
Ésta, en palabras de la policía, es una práctica común en el negocio de la heroína, donde pequeñas unidades de traficantes especialistas en heroína utilizan los contactos internacionales, las redes de tráfico y el músculo de Los Urabeños para garantizar el paso seguro de sus cargamentos de tráfico por “mula” a Panamá. Desde allí, la droga sigue su camino a Estados Unidos o Europa.
Las autoridades creen que la heroína tuvo origen en la provincia sureña del Cauca, epicentro de la producción de heroína en Colombia, que en 2014 representaba más de la mitad de los cultivos de amapola en el país, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) (pdf).
Análisis de InSight Crime
A comienzos del presente siglo, Colombia dominaba el mercado regional de heroína, con más de tres veces más hectáreas de plantas de amapola que México, su competidor más próximo, según la ONUDC. No sólo Colombia tenía mayor producción; también tenía un producto superior, pues la pureza de la heroína en polvo blanco producida en Colombia era muy superior a la heroína “alquitrán negro” procesada en México.
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Eso comenzó a cambiar en 2001. Desde entonces, los cultivos en Colombia se han reducido en 94 por ciento, mientras que en México aumentaron en 532 por ciento entre 2001 y 2011, según la ONUDC. Además, las autoridades de Estados Unidos creen que los carteles mexicanos están produciendo heroína blanca de mayor calidad, para competir con calidad así como con cantidad.
Sin embargo, la incautación reciente es un recordatorio de que la heroína de Colombia sigue siendo un actor en el mercado regional de la heroína, e incluso puede pasar por un leve resurgimiento. Entre 2013 y 2014, los cultivos aumentaron casi 30 por ciento, según el más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delíto (ONUDD), mientras las autoridades colombianas ya se han incautado de 257kg en lo corrido del año, en comparación con los 349kg en todo el año anterior (pdf).