El mercado interno de estupefacientes en Colombia ha crecido en las últimas décadas y su valor se estima ahora en US$2 mil millones, una tendencia motivada por la variabilidad de la dinámica económica y criminal en el país.

Un nuevo informe del Departamento de Planeación de Colombia revela que el consumo de estupefacientes en el país ha crecido como resultado de cambios históricos en el crimen organizado local. (Descargue aquí la presentación completa – pdf)

En 2015, la venta de narcóticos en el mercado interno colombiano se calculaba en un valor potencial de US$2 mil millones (6 mil 11 millones de pesos colombianos), equivalentes a un 0,75 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país, según cifras oficiales. La marihuana representaba el 73 por ciento del valor total, mientras que la cocaína constituía el 24 por ciento, y el basuco, 3 por ciento. (Vea el gráfico siguiente)

En comparación, el narcotráfico transnacional tuvo un valor potencial de US$6.800 mil millones (COP$20.500 millones de pesos), o 3,8 por ciento del PIB.

La prevalencia del consumo de cocaína se ha mantenido en los últimos siete años en 0,7 por ciento de la población, según el informe. Sin embargo, entre 2008 y 2014, el país pasó del sexto al cuarto lugar en la lista de los mayores consumidores de estupefacientes en Suramérica.

Los consumidores de marihuana ascendieron a 3,3 por ciento de la población en 2015, 2,3 por ciento más que en 2008. Colombia también pasó a ser el cuarto mayor consumidor de la hierba en 2014, desde el séptimo en la lista en 2008.

Análisis de InSight Crime

Varios factores impulsan el alza del valor del mercado interno de estupefacientes en Colombia, país más conocido por su rol en el negocio global de la cocaína.

Una razón es que la rentabilidad del narcotráfico internacional se ha desplomado desde las décadas de 1980 y 1990. En ese periodo, los carteles de Cali y Medellín mantuvieron un monopolio de todos los escalones del tráfico de drogas en Colombia, y el retorno al tráfico de narcóticos era hasta de 2.790 por ciento, según el informe.

Esto se redujo a 810 por ciento al comenzar el siglo XXI, con la aniquilación de los carteles, y luego a 260 por ciento entre 2009 y 2015. En contraste, el retorno a la inversión para la distribución de estupefacientes al por menor en Colombia es sustancialmente mayor, 346 por ciento. Esta cifra aumenta a 1.407 por ciento para la cocaína

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Otro cambio radical en el hampa que ha impactado el mercado local de drogas fue el desmonte de la organización que agrupaba a los paramilitares —las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)— y el ascenso de las bandas criminales que les sucedieron entre mediados y finales de la década de 2000. Los paramilitares controlaban estructuras básicas de exportación de narcóticos que se perdieron cuando sus cabecillas fueron extraditados a Estados Unidos en 2008, lo que dio como resultado una inundación de los mercados locales con las sustancias ilegales. Y al contrario de sus predecesores paramilitares, estos grupos no tienen reparos ideológicos a traficar estupefacientes dentro de las fronteras de Colombia.

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