Las autoridades mexicanas han capturado al presunto líder de una banda de narcotraficantes guatemaltecos acusados ??de masacrar a ocho policías en un asesinato de aparente venganza, completando una operación que ha sido un golpe de relaciones públicas para el gobierno, pero que puede tener poco impacto duradero.

La Procuraduría General de la Nación de México (PGR) capturó a Eduardo Villatoro Francisco Cano, alias “Guayo Cano”, en Tuxtla Gutiérrez, a unos 160 kilómetros aproximadamente (100 millas) de la frontera con Guatemala, informó Siglo 21. Se cree que Villatoro es el jefe de una organización de narcotráfico con sede en la ciudad de Huehuetenango, en el occidente de Guatemala, y el responsable de un ataque en junio a una subestación de policía en las cercanías de Salcajá, que dejó ocho policías muertos y al jefe de la estación desaparecido.

El cuerpo desmembrado del jefe luego apareció en un río, y han surgido acusaciones de su participación en el robo de dinero y drogas del grupo responsable. Un mes después del evento, nueve sospechosos fueron arrestados por el crimen, incluyendo al menos un agente de policía, pero Villatoro siguió prófugo.

Las autoridades guatemaltecas habían estado ejerciendo presión sobre Villatoro al arrestar a su hermano, poniendo a su esposa y hermana bajo arresto domiciliario y ofreciendo una recompensa de US$12.000 por información que condujera a su captura. Según Prensa Libre, al momento de su detención, Villatoro estaba acompañado por Edgar Waldiny Herrera Villatoro, alias “Gualas”, también buscado por la masacre, y los guardaespaldas de Cartel del Golfo de México.

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Análisis de InSight Crime

La captura de Villatoro ha sido aclamada por el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, quien declaró como desmantelada la banda de Villatoro. La operación contra el grupo ha sido una de las más grandes llevadas a cabo contra el crimen organizado bajo el mandato de Pérez, y fue probablemente incentivada por la necesidad de demostrar la capacidad del Estado para actuar cuando sea desafiado abiertamente.

La masacre de alto perfil de la policía en la subestación fue vista como un gran desafío. No obstante, algunas fuentes han sugerido que, si bien las autoridades han tenido éxito en derribar la red de sicarios del grupo, sus estructuras de transporte y de lavado de dinero se han mantenido intactas. Si ese es el caso, el efecto de la captura de Villatoro sigue siendo poco claro.

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Aunque el grupo ha sido eliminado, apenas toca la superficie de la amplia presencia del crimen organizado en el país. Al igual que en el caso de Villatoro, quien fue identificado en la prensa guatemalteca por trabajar con el Cartel del Golfo -aunque esto probablemente fue una referencia al grupo disidente del Golfo, los Zetas- estas redes criminales están fuertemente entrelazadas con los poderosos carteles mexicanos, particularmente el Cartel de Sinaloa y los Zetas, que siempre encuentran socios locales para llenar cualquier vacío.