El ministro de Seguridad de Honduras, Julián Pacheco, dice que los grupos de narcotraficantes del país han iniciado un proceso de reorganización tras los recientes arrestos y extradiciones de poderosas figuras del hampa, un patrón que se viene presentando en otros países de la región.

En una entrevista con La Prensa, el ministro dijo que la captura y extradición a Estados Unidos de los principales miembros de la familia Valle Valle en 2014, junto con la entrega del presunto líder del grupo Los Cachiros en 2015, generó un realineamiento del paisaje criminal hondureño y de sus relaciones con el mundo legal.

“La captura de Los Cachiros y los Valle fue un golpe que impactó en la economía del país, el agro, la banca e instituciones como la Policía Nacional”, dijo Pacheco. “Fue un golpe demoledor, pero también, como el narcotráfico es un negocio rentable, se están buscando recomponer nuevamente las estructuras, se están rehabilitando”.

Asimismo, Pacheco indicó que las fuerzas de seguridad hondureñas están preparadas para enfrentar la situación.

“Podemos enfrentar, disuadir y capturar”, dijo. “Hace tres o cuatro años no podíamos ni enfrentar ni disuadir ni capturar. El Estado está [ahora] más fortalecido”.

Pacheco también habló sobre los continuos esfuerzos destinados a combatir la corrupción en la policía, incluyendo la reciente extradición a Estados Unidos de varios oficiales acusados de participar en una red de tráfico de cocaína junto con el hijo de un expresidente de Honduras.

Pacheco dijo que la extradición de los agentes ha validado el trabajo de una comisión especial de reforma de la policía establecida a principios de este año, que está dirigida por él.

“El que Estados Unidos solicitara extraditar a los seis policías es un espaldarazo para la comisión”, dijo el ministro de Seguridad. “Es un apoyo tácito, porque los seis estaban fuera, estaban cuestionados mediante informes de la policía y de otras agencias que nos han estado apoyando. Eso nos dice que era justificado que estos oficiales salieran de la policía”.

En el momento en que Estados Unidos anunció los cargos contra los oficiales, solo uno de ellos había sido expulsado de la institución. Tras el anuncio de Estados Unidos, la comisión destituyó inmediatamente a los demás sospechosos.

Análisis de InSight Crime

Los comentarios de Pacheco acerca de la reorganización de las organizaciones criminales en Honduras después de la caída de figuras importantes del hampa no son sorprendentes. InSight Crime ya había observado patrones de fragmentación similares en México, Colombia y otros países.

La continuidad de los grupos criminales latinoamericanos depende cada vez menos de poderosos líderes individuales que dirigen operaciones a gran escala de manera vertical, y cada vez más de redes horizontales que, en palabras de Pacheco, trabajan “a nivel celular”.

VEA TAMBIÉN: Noticias y perfiles de Honduras

Las afirmaciones del ministro de Seguridad sobre la comisión de reforma policial, sin embargo, plantean nuevas preguntas. Si bien la comisión ha hecho avances sustanciales en términos de la destitución de miembros corruptos de la institución, carece de suficiente poder para enjuiciar a los presuntos criminales. Y si bien el hecho de que las autoridades estadounidenses procesen a los policías corruptos identificados por la comisión puede tomarse como un “espaldarazo”, sigue siendo preocupante que los supuestos agentes corruptos no sean procesados dentro del país.