Juan Ramón Matta Waldurraga, el heredero de uno de los clanes de narcotráfico más importantes de Honduras, estaría negociando en el distrito judicial del este de Nueva York las condiciones por las que se declararía culpable de cargos de tráfico ilegal de cocaína a Estados Unidos entre 2005 y 2010.

El primero de agosto pasado, el fiscal de distrito Tyler J. Smith presentó ante la corte de Nueva York la acusación contra Matta Waldurraga. El hondureño, presente en el tribunal presidido por el juez Kiyo Matsumoto, se declaró no culpable de los cargos de conspiración para introducir más de cinco kilos de cocaína a Estados Unidos y para blanquear el dinero procedente de esa actividad ilícita. Un juez neoyorquino ha ampliado hasta el próximo 7 de noviembre el plazo para la negociación entre la fiscalía y la defensa del acusado.

Matta se había entregado a autoridades estadounidenses en Panamá días antes de su comparecencia en Nueva York, según informó La Prensa.

En junio de este año, las autoridades hondureñas incautaron 49 propiedades de Matta Waldurraga en el marco de la “Operación Terremoto”, que fue la etapa final de una investigación por narcotráfico abierta por la policía de ese país desde 2001 y que incluyó el seguimiento de cuentas bancarias e intervenciones telefónicas.

Tras la operación, la policía dijo que el investigado manejaba una operación de narcotráfico desde la hacienda San Esteban, en el departamento de Olancho, donde recibía droga de proveedores colombianos que luego enviaba a Estados Unidos. Según El Heraldo, Matta Waldurraga tenía contratos estatales en los sectores de seguridad privada y generación hidroeléctrica.

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Matta Waldurraga es hijo de Juan Ramón Matta Ballesteros, uno de los narcotraficantes más influyentes en Honduras durante los ochenta, quien entonces incluso fue aliado de Washington durante el llamado escándalo Irán-Contras, la operación ilegal financiada por el gobierno del expresidente Ronald Reagan, que utilizó dinero proveniente de la venta de armas a Irán para organizar en territorio hondureño una guerrilla contraria al régimen sandinista de Nicaragua. A cambio de su colaboración, Matta Ballesteros afianzó alianzas y pactos con las élites hondureñas que lo convirtieron en el principal aliado del Cartel de Medellín.

Análisis de InSight Crime

El caso contra Matta Waldurraga se suma al de otros narcotraficantes hondureños que han sido detenidos o procesados judicialmente en Estados Unidos y han testificado contra otros actores en su país de origen, incluyendo políticos y empresarios de alto a nivel, a cambio de beneficios por parte de la fiscalía estadounidense.

El caso más reciente es el de Devis Leonel Rodríguez Maradiaga, líder de la banda Los Cachiros, quien con su testimonio ha dejado en aprietos incluso al actual presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández. Rodríguez Maradiaga dijo en sede judicial estadounidense que Hernández había recibido sobornos de un narcotraficante, algo que el presidente negó posteriormente a través de un comunicado.

La historia de Matta Waldurraga no solo da muestras de lo antigua y profunda que es la huella del crimen organizado en este país centroamericano, sino además de los estrechos vínculos entre el poder político hondureño y el narcotráfico que ha utilizado al país como puente de paso desde los días de su padre.