Las autoridades en la frontera sur de México han detenido a un número cada vez mayor de pandilleros en 2017. Sin embargo, al parecer éstos están afiliados a dos pandillas centroamericanas, MS13 y Barrio 18, lo que genera dudas acerca de si estos grupos criminales están resurgiendo en México.

En lo que va corrido de 2017, las autoridades en el estado de Chiapas, al sureste de México, en la frontera con Guatemala, han detenido 148 pandilleros que al parecer pertenecen a “maras” centroamericanas, como se conocen localmente a las pandillas MS13 y Barrio 18.

Esta cifra es más de diez veces el número total de pandilleros de las maras detenidos por el estado en 2016 (13), según estadísticas de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del estado de Chiapas, informó El Sol de México.

Sin embargo, los pandilleros detenidos no son exclusivamente centroamericanos. El 44 por ciento de los detenidos son salvadoreños, 36 por ciento son mexicanos y 20 por ciento hondureños, aunque todos ellos se identifican ya sea con Barrio 18 (55 por ciento) o con MS13 (45 por ciento).

Según El Sol de México, la violencia en Chiapas también ha aumentado con el regreso de las maras centroamericanas. En lo que va corrido de este año, los pandilleros han cometido 28 asesinatos, el doble de los 14 homicidios cometidos en 2016, y el triple de los 7 que cometieron en el año 2015.

Análisis de InSight Crime

Si estas cifras son ciertas, la presencia de las maras centroamericanas en México no es algo nuevo. Si bien las maras proceden de Centroamérica, son organizaciones multinacionales cuyos miembros provienen de toda la región. Tanto la MS13 como Barrio 18 se han expandido a Europa, estableciéndose en España e Italia, y mantienen una fuerte presencia en muchas áreas de Estados Unidos.

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Una teoría que permite explicar por qué las pandillas están tratando de expandirse a México es que están buscando la ayuda de los habitantes locales para “abrir un corredor de drogas”, con el fin de aprovechar el debilitamiento del Cartel de Sinaloa y el Cartel del Golfo. Pero las maras ya han intentado esto antes, y según el Departamento de Estado, la MS13 y Barrio 18 “no parecen ser todavía parte formal de la cadena logística transnacional de las drogas”.

Las rutas de las drogas suelen fluir a través de la disputada frontera sur de México, y las pandillas centroamericanas tendrían que trabajar con las organizaciones mexicanas con el fin de poder utilizarlas. Pero el aumento en el número de pandilleros detenidos vinculados a las maras puede estar más relacionado con un aumento en la actividad policial, en lugar de ser un signo de su expansión en el tráfico de drogas transnacional.