El Papa Francisco ha expresado su preocupación por la evolución del comercio de drogas ilegales en Argentina, llamando una vez más la atención sobre los crecientes problemas de seguridad que enfrenta su país natal.
El jerarca de la Iglesia Católica se refirió específicamente a Argentina durante un seminario realizado en el Vaticano sobre el tema de la adicción a las drogas, a la que Francisco se refiere como la “nueva forma de esclavitud” en todo el mundo.
“Creo que mi patria hace treinta años era un país de transbordo y ahora es un país de consumo, e incluso hasta cierto punto de producción”, dijo Francisco.
El Papa también se refirió al importante papel que cumple la corrupción para facilitar el tráfico de drogas.
“Este proceso ocurre gracias a la participación de los dirigentes en actividades relacionadas con la mafia”, dijo.
Francisco señaló además los desafíos que enfrentan las instituciones del Estado que intentan combatir esa gran industria criminal. Contó la historia de un juez argentino conocido suyo, quien comenzó a recibir amenazas cuando comenzó a enfocarse en el tráfico de drogas, según la Agencia Católica de Noticias.
Análisis de InSight Crime
Esta no es la primera vez que el Papa Francisco se ha pronunciado acerca de la participación creciente de Argentina en el comercio de drogas ilícitas. El año pasado, advirtió que el país estaba experimentando una “mexicanización”, refiriéndose a los sentimientos de muchos argentinos temerosos de la creciente violencia del narcotráfico.
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Como con los comentarios anteriores del Papa, su preocupación por el aumento en el consumo de drogas en Argentina parece bien fundada. Las estadísticas recientes sobre las ventas de droga locales sugieren que el microtráfico está creciendo rápidamente en Argentina. Un estudio publicado el año pasado señala que el porcentaje de residentes de Buenos Aires que conoce a alguien con problemas de drogas ha aumentado significativamente. Y los datos de las Naciones Unidas publicados en 2012 indican que hay una alta tasa de consumo de varios tipos de narcóticos, especialmente de drogas sintéticas, entre la población joven.
Francisco también tiene razón en cuanto a los vínculos entre drogas y corrupción. Como InSight Crime lo ha señalado previamente, el creciente mercado interno de drogas en Argentina ha aumentado los beneficios para los traficantes de poca monta, lo que a su vez les proporciona mayores recursos para cooptar a las autoridades locales.