El jefe antinarcóticos de Paraguay ha admitido que los grupos de crimen organizado de Brasil tienen presencia permanente en algunas zonas estratégicas de narcotráfico y producción de drogas en el país, lo que confirma el alcance de la migración criminal brasileña hacia su mal preparado vecino.
Luis Rojas, jefe de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay, dijo a EFE que las ciudades fronterizas de Ciudad del Este y Pedro Juan Caballero se han convertido en centros de operaciones de las bandas brasileñas, incluyendo el Comando Vermelho (CV), el Primer Comando Capital (PCC) y Amigos dos Amigos, que controlan el tráfico de drogas en estas regiones.
Según otro funcionario de la SENAD, estas organizaciones criminales se aprovechan de las zonas con poca presencia del Estado, especialmente las regiones fronterizas, donde se cultiva gran parte de la marihuana del país. También han comenzado a financiar laboratorios de producción de cocaína al interior de las fronteras de Paraguay, cerca de la frontera con Bolivia, y anticipan dinero a los agricultores locales para que cultiven marihuana.
Análisis de InSight Crime
Los comentarios de Rojas confirman lo que se sospechaba desde hace algún tiempo, el crimen organizado de Brasil ha echado con éxito raíces en Paraguay.
Si bien Paraguay ha sido un importante punto de tránsito para la cocaína y una fuente de marihuana para los grupos brasileños, informes sobre la presencia de laboratorios de cocaína y de plantaciones de marihuana, conectados con grupos brasileños, indican que están utilizando el país como base para expandir su papel en el tráfico de drogas. También ha habido señales de que los lugareños están tomando roles de liderazgo en estas redes, y de que los criminales brasileños están incluso comprando tierras en el país para utilizarlas en sus operaciones ilícitas.
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El Comando Vermelho es el grupo brasileño que mejor parece haberse establecido en Paraguay, enviando una tonelada de cocaína de vuelta a Brasil cada mes desde su base en Ciudad del Este, según las autoridades. También se ha observado la presencia del PCC, con cuatro miembros del grupo detenidos en Pedro Juan Caballero en noviembre pasado. Pese a que ya se había mencionado que Amigos dos Amigos opera en Paraguay, hay pocos indicios de que tengan una presencia significativa.
Paraguay es una posibilidad atractiva para la expansión de los grupos brasileños, en parte, debido a los beneficios que se pueden conseguir traficando drogas a través de su territorio -la marihuana por ejemplo vale cinco veces más cuando se mueve desde Paraguay a Brasil. También es un sitio ideal para la producción de drogas y un corredor para el tráfico, gracias a los altos niveles de corrupción y a los bajos niveles de presencia del Estado en algunas regiones. La presencia de un nuevo grupo insurgente en el país, el Ejército del Pueblo Paraguayo, también se suma al caos en el que el crimen organizado puede prosperar.