Un nuevo informe señala que a las autoridades en Latinoamérica se les sigue dificultando llevar a juicio los casos de asesinatos de periodistas, lo que sugiere una falta de voluntad para investigar adecuadamente estos casos. Pero este sombrío panorama podría empeorar con nuevas administraciones no muy dispuestas a respaldar el trabajo de los medios en la erradicación del crimen y la corrupción.

México, Colombia y Brasil se clasifican como los peores países del mundo en la resolución de casos de asesinatos de periodistas en los últimos diez años, según el Índice Global de Impunidad 2018 publicado el 30 de octubre por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés).

Al menos 324 periodistas han muerto en todo el mundo en la última década, y en el 85 por ciento de esos casos los asesinos no han comparecido ante la justicia. Los 48 casos por resolver en México, Colombia y Brasil representan más del 20 por ciento de todos los casos incluidos en el índice.

La situación en México empeoró en 2018, cuando el país quedó clasificado como el peor de Latinoamérica y el Caribe, con un total de 26 casos de periodistas asesinados sin resolver. Este fue el segundo peor del índice del CPJ, seguido solo por Filipinas.

(Gráfico cortesía del CPJ)

Después de quedar por fuera del índice en años anteriores, Colombia reapareció este año luego del secuestro y asesinato de tres ecuatorianos empleados de un periódico a manos de un grupo de ex-FARC mafia en la frontera Colombia-Ecuador en abril de 2018. A su vez, Brasil ostentó el décimo peor récord del mundo, con 17 casos de homicidio de periodistas sin resolver.

En la preparación del índice, el CPJ calculó el número de casos no resueltos de asesinatos de periodistas entre septiembre de 2008 y finales de agosto de 2018, de manera porcentual con respecto a la población de cada país. Solo se incluyó a los países con cinco o más casos no resueltos.

Análisis de InSight Crime

Aunque el CPJ informa que la situación ha mejorado en Brasil y Colombia, los presidentes recién elegidos pueden contribuir a poner en riesgo la seguridad futura de los periodistas en esos países.

La mayoría de las víctimas de esos casos son periodistas locales, muchas veces perseguidos por su trabajo en la investigación de temas sensibles, como corrupción y crimen organizado, que en ocasiones pueden involucrar a figuras poderosas. Con mucha frecuencia predomina la impunidad, porque los sospechosos de esos delitos “tienen los medios y la influencia para evadir la justicia mediante la influencia política, la riqueza o la intimidación”, según el CPJ.

VEA TAMBIÉN: InDepth Cobertura sobre Élites y crimen organizado

No sorprende que México siga ocupando el peor lugar en Latinoamérica en la resolución de casos de asesinato de periodistas. Los trabajadores de los medios en México son blanco tanto de grupos del crimen organizado como de funcionarios de gobierno, y el país exhibe uno de los más altos índices de impunidad en el continente. Los seis reporteros asesinados en el país en 2017 marcaron un récord, pero la situación se ha agravado, pues por lo menos 10 reporteros fueron asesinados en lo que va de 2018.

Luego de salir del Índice Global de Impunidad del CPJ en 2015, Colombia reapareció en 2018, justo con el ascenso a la presidencia del conservador Iván Duque, afiliado al partido político Centro Democrático. Los periodistas señalan que ha surgido una “nueva atmósfera de peligro” desde la elección de Duque. En junio pasado, varios reporteros elevaron su preocupación por una oleada de amenazas de muerte contra ellos y su trabajo.

VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre Derechos humanos

Pese a ocasionales promesas de protección a los reporteros, el presidente electo de México Andrés Manuel López Obrador y el colombiano Iván Duque se han mostrado indiferentes ante los ataques a los medios, y no han hecho mucho para alimentar la esperanza de un trato futuro más serio para esos crímenes.

En Brasil, la reciente elección del candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro a la presidencia “plantea una amenaza grave” para los periodistas del país, según Reporteros sin Fronteras. A lo largo del ciclo electoral del presente año, la Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo (Associação Brasileira de Jornalismo Investigativo —ABRAJI) registró más de 130 casos de violencia contra periodistas. En particular, los reporteros del mayor diario de Brasil, Folha de São Paulo, han recibido amenazas por la redacción de notas sobre el presidente electo y su campaña.