Las autoridades de Perú están investigando a tres agentes de la policía, bajo la sospecha de haber facilitado el tráfico de cocaína a través del principal aeropuerto del país, lo que muestra que a pesar de los recientes despidos persisten los vínculos entre los funcionarios del aeropuerto y la droga.

Según Perú 21, un comandante y dos suboficiales de la policía están bajo investigación por presuntamente haber entregado una maleta con 7,8 kilos de cocaína a un ciudadano portugués, en el aeropuerto internacional Jorge Chávez de Lima, el 28 de mayo. Otros 40 agentes de la policía fueron relegados de sus funciones por estar sospechosamente involucrados en el caso, informó El Comercio.

Agentes antidrogas señalaron a El Comercio que existen al menos cinco “mafias” vinculadas a carteles de México, que actualmente están compitiendo por el control del tráfico de cocaína a través del aeropuerto, y que dichos grupos pagan a los policías hasta US$20.000 por facilitar los cargamentos, pasando maletas de cocaína a manos de las “mulas” –mensajeros. Mientras tanto, el pago de las mulas varía entre US$5.000 y US$15.000, según El Comercio.

Los tres agentes de la policía en el presente caso podrían ser juzgados por desobediencia y por no cumplir con sus funciones y, de ser encontrados culpables, enfrentarían penas de hasta seis años en prisión.

Análisis de InSight Crime

Este caso se presenta sólo un mes después de que las autoridades peruanas despidieran a todos los agentes policiales de la división de aduanas del aeropuerto Jorge Chávez, por un escándalo similar, en el que se encontró que tres agentes movían drogas para traficantes mexicanos. Un año antes, 10 policías del aeropuerto fueron acusados de manejar un esquema de tráfico de cocaína hacia Ciudad de México. El hecho de que los arrestos continúen sugiere que las acciones de las autoridades han hecho poco para impedir que los policías del aeropuerto ganen dinero de este lucrativo comercio.

El aeropuerto Jorge Chávez –donde Perú instaló una fuerza antidrogas piloto el año pasado– es un importante punto de partida para los cargamentos de droga desde Perú, con 131 mulas detectadas en los primeros ocho meses de 2013. En los primeros cuatro meses de 2014, oficiales incautaron 236 kilos de cocaína y detuvieron 65 mulas de varias nacionalidades.

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Sin embargo, como destacan estos casos, generalmente este método no es usado para mover cargamentos grandes. La mayor parte de la cocaína producida en Perú es transportada primero a Bolivia o Ecuador antes de dejar el continente, mientras que los grandes cargamentos transnacionales que salen directamente de Perú comúnmente son enviados desde puertos en el Pacífico.

Por el contrario, las redes que manejan el tráfico a través del aeropuerto por lo general dividen pequeños cargamentos entre varios mensajeros. A pesar de los riesgos de ser detectados, el método es relativamente barato y seguro, ya que las drogas pasan por pocas manos y son movidas directamente a su destino final. Al corromper a oficiales de la policía, los grupos mejoran sus probabilidades.