El hacinamiento en las cárceles de Ciudad de México disminuyó 69 por ciento en los últimos cuatro meses debido a las recientes reformas al Sistema de Justicia Penal Acusatorio, las cuales podrían ofrecer una solución a la sobrepoblación carcelaria en otros países latinoamericanos.
Según Hazael Ruiz Ortega, subsecretario del Sistema Penitenciario de Ciudad de México, la disminución se debe a la reclasificación de los tipos de delitos considerados graves y que ameritan cárcel, informó El Universal.
En enero, el Distrito Federal de México reformó el Sistema de Justicia Penal para que varios delitos —como problemas familiares, discusiones entre vecinos, amenazas y peleas que resultan en daños menores— no sean enjuiciados. Adicionalmente, las personas acusadas de robo a mano armada y de homicidio como resultado de actos imprudentes ahora podrán pagar una fianza en lugar de ser encarcelados mientras se les adelanta un proceso penal.
Las reformas han tenido un gran impacto sobre la población carcelaria de Ciudad de México, donde al menos 20.852 —el 54 por ciento— de los 38.160 reos en Distrito Federal se encuentran tras las rejas por algún tipo de robo, según estadísticas gubernamentales consultadas por El Universal. Ruiz Ortega señaló que los crímenes comunes, como el robo de autopartes que pueden valer US$30, resultaban en sentencias de uno o dos años bajo el sistema anterior, “saturando las cárceles del país”.
Análisis de InSight Crime
Durante muchos años, México ha tratado de resolver el problema de su creciente población carcelaria y la grave sobrepoblación de las prisiones, y actualmente se encuentra implementando una reforma judicial. Esta problemática se ha exacerbado por el hecho de que el 95 por ciento de los delitos pueden llevar a prisión y por el uso generalizado de la detención preventiva, lo cual ha dado como resultado que los presuntos criminales pasen varios meses en la cárcel incluso antes de que se imputen cargos.
Adicionalmente, la sobrepoblación ha generado condiciones deplorables en el sistema penitenciario y ha contribuido a que se presenten disturbios y actos de violencia entre los prisioneros. Además, ha permitido que las pandillas controlen cerca del 65 por ciento de las prisiones del país.
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Estos mismos problemas afectan a los sistemas penitenciarios de toda Latinoamérica. De hecho, la práctica extendida de la detención preventiva en otros lugares de la región ha generado una sobrepoblación endémica. Además, las pandillas y otros grupos criminales usan las cárceles como base de operaciones para dirigir actividades criminales como la extorsión, así como para reclutar y entrenar a nuevos miembros.
Muchos países han tomado medidas para enfrentar estos problemas; el más reciente ejemplo fue el anuncio del presidente colombiano Juan Manuel Santos el 19 de mayo, según el cual destinará US$480 millones para mejorar la situación penitenciara del país.
Si bien el aumento de la inversión en las cárceles probablemente ayudará a mejorar las condiciones en las mismas, los cambios en las normas, como los realizados en Ciudad de México, podrían ser un modelo efectivo y de bajo costo para reducir la sobrepoblación en otros países de Latinoamérica.