El presidente de Honduras advirtió que las recientes capturas de importantes narcotraficantes que se han llevado a cabo en el país son “sólo el comienzo” de su combate contra el crimen organizado. La pregunta es: ¿Qué sigue?
“Seguiremos trabajando de manera articulada con todos los operadores de justicia para recuperar la paz y la tranquilidad”, afirmó el presidente Juan Orlando Hernández a la prensa el 5 de octubre, tras el arresto de tres hermanos del clan narcotraficante Valle Valle, informó El Heraldo. El presidente atribuyó el éxito de las acciones recientes a un “sistema que está funcionando”, y también defendió su criticado programa de seguridad militarizada, afirmando que “el tiempo nos ha dado la razón”.
Sus comentarios llegaron justo dos días después del arresto de Héctor Emilio Fernández Rosa, el séptimo narcotraficante hondureño cuya captura había sido requerida por Estados Unidos en Honduras. (Otro fue arrestado en Estados Unidos, y un segundo en México).
Fernández presuntamente lideraba una organización criminal aparentemente no identificada que operaba fuera de la ciudad de San Pedro Sula, enviando cargamentos de cocaína a Guatemala, informó El Heraldo. Según informes, Fernández operaba con importantes narcotraficantes de Guatemala, incluyendo miembros del clan Lorenzana y las estructuras antiguamente lideradas por los narcotraficantes extraditados Otto Herrera y Mario Ponce –quien fue capturado luego en Honduras. Según un informe de Prensa Libre de 2012, Fernández servía como su contacto internacional.
Fernández también es el hermano de un diputado suplente en el departamento de Copán, Carlos René Fernández Rosa, quien confirmó su relación a La Tribuna pero negó cualquier vínculo con la red criminal. Fernández se encuentra esperando el proceso de su pedido de extradición.
Análisis de InSight Crime
Las afirmaciones del presidente Hernández, generan el interrogante sobre qué está realmente detrás de la reciente oleada de capturas de alto perfil, y si realmente Honduras mantendrá la presión en los próximos meses. Los Cachiros, una importante organización narcotraficante que opera desde la zona occidental del país, permanece en libertad, igual que José “Chepe” Handal Pérez, el primer presunto narcotraficante de Honduras añadido a la lista de capos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La idea de que las instituciones plagadas de corrupción y de debilidades podrían haberse limpiado prácticamente de la noche a la mañana, como sugiere Hernández, es difícil de creer, pero sus acciones ilustran que a menudo la voluntad política, y no los ajustes institucionales, es la diferencia entre el éxito y el fracaso.
De cualquier forma, algo significativo parece haber cambiado. Todos los siete narcotraficantes extraditables capturados en Honduras han sido atrapados desde que asumió la presidencia. A pesar de que la plataforma de mano dura en seguridad del presidente Hernández ha sido objeto de controversias, no se puede negar que su administración ha llevado a cabo unos movimientos sin precedentes contra importantes organizaciones narcotraficantes.
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Fernández es sólo el último éxito del gobierno. Este año, Honduras completó la primera extradición de un ciudadano hondureño bajo la legislación de 2012. Luego, casi todos los líderes del poderoso y bien contactado clan Valle Valle fueron arrestados en un lapso de tan sólo dos meses, comenzando en julio con la captura en Estados Unidos de Digna Azucena Valle Valle. Esto ha estado acompañado de varias incautaciones a las propiedades de los narcotraficantes.