Uno de cada diez casos de robo de combustible que se denuncian en México llega ante un juez, una cifra asombrosa que ilustra el rol que ha tenido la impunidad generalizada en el reciente aumento de esta lucrativa industria criminal.
Entre 2010 y 2015, la Procuraduría General de la República —PGR— de México abrió casi 12.000 casos de investigación previa a juicio por robo de combustible, informó Animal Político.
El número anual de casos viene en aumento cada año, con excepción de 2015, lo que da un incremento global de 409 por ciento en el periodo de cinco años. Aunque la PGR registró un promedio de 1,6 episodios diarios en 2010, ese número había aumentado a 8 diarios en 2015. (Ver el gráfico siguiente)

Estas investigaciones llevador al arresto de 2.430 personas, pero únicamente 1.410 sospechosos fueron llevados ante un juez, ya fuera porque se halló inocentes a los demás capturados o porque la PGR tenía evidencia insuficiente para abrir un caso. Como resultado, por lo menos el 88,2 por ciento de las investigaciones previas a un caso nunca llegaron ante un juez, y por ende el robo quedó impune.
Los datos de la PGR muestran que Sinaloa registró el mayor número de denuncias de casos de robo de combustible, con 1.508, seguido de Guanajuato, el estado de México, Jalisco y Veracruz. De los primeros cinco, solo Veracruz es productor importante de petróleo, según El Economista.
Estos delitos pueden tener consecuencias concretas para la población que habita cerca de las zonas afectadas. En 2015, once estados mexicanos tuvieron cortes de gas, que la petrolera estatal Pemex atribuyó principalmente a robos de combustible, informó Sin Embargo. Una de las ciudades más populosas del país, Guadalajara, ha experimentado repetidos cortes de oleoductos de varios días de duración.
Análisis de InSight Crime
El alto índice de impunidad, combinado con las ingentes ganancias derivadas del robo de combustible, garantiza la continuidad de esta actividad ilícita y el saqueo a las arcas de Pemex. El riesgo es poco y la ganancia alta para que los grupos criminales saquen provecho de una industria criminal que reportó ganancias por cerca de US$1.200 millones en 2014.
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Pero al parecer los ladrones de combustible mexicanos no son los únicos beneficiados. Pemex afirma que perdió US$300 millones por 23 firmas estadounidenses a quienes acusó de vender combustible robado. A cinco de las empresas y a una persona se les ordenó reembolsar US$71 millones a Pemex, pero la petrolera estatal no ha recibido ni un solo dólar debido a la falta de recursos de los culpables.
Este año, el gobierno aumentó considerablemente las penas máximas de prisión aplicables al robo de combustible, igualándolas al homicidio. Pero como escribió anteriormente InSight Crime, un riesgo mayor de condena por un delito actúa como disuasor más efectivo que un mero incremento de la condena.
Los altos índices de impunidad en México siguen siendo un problema generalizado y costoso para diversos delitos en México. Los informes recientes indicaron que menos del 20 por ciento de las investigaciones de lavado de dinero llegaron a presentarse ante un juez, mientras que un estudio realizado a comienzos de este año calculaba que menos del uno por ciento de los delitos en México recibieron una condena.