Varios tiroteos con la policía cerca de una de las prisiones más conocidas de Venezuela ponen de presente el control que ejercen los grupos criminales tanto dentro como fuera de los centros penitenciarios, así como la falta de control del gobierno sobre ellos.
El 9 de octubre, los prisioneros de la cárcel de Tocorón, en el estado de Aragua, abrieron fuego contra un grupo de agentes de la policía que pasaban por la carretera frente a la cárcel.
Según la versión oficial de la policía, los presos dispararon desde las puertas del penal, hiriendo gravemente a dos agentes y causando daños a un vehículo de la policía, que luego fue incendiado por los reclusos.
El momento inicial del tiroteo fue captado en el video incluido abajo, en el que se aprecia cómo los agentes intercambian disparos con los presos y se esconden tras sus vehículos para protegerse.
Video: Así fue como desde Tocorón internos le dispararon al Cicpc. Tres detectives resultaron heridos y una unidad incendiada pic.twitter.com/UGVnMq9Gvs
— Daniel G. Colina (@danielgcolina) 10 de octubre de 2017
(Cortesía de Daniel G. Colina)
Un tercer oficial también resultó herido durante una segunda serie de disparos después de que una unidad de apoyo de la policía se acercó a las puertas de la prisión.
Tras el tiroteo, el Tren de Aragua —el grupo criminal que abrió fuego desde la prisión— publicó una declaración en la aplicación de mensajería WhatsApp, la cual pudo ser leída por InSight Crime.
En la declaración, el Tren de Aragua afirma que el incidente se produjo como represalia por los “ataques”, “robos” y “secuestros” cometidos por la policía local contra los familiares de los presos. El grupo amenazó con continuar “defendiendo” sus familiares “a toda costa” y señaló que su estructura criminal se extiende más allá de la cárcel de Tocorón, llegando a “todo Aragua y a gran parte del país”.
Los policías que fueron atacados durante este tiroteo se dirigían a prestar ayuda en la investigación sobre un ataque contra un puesto de la policía que se había producido en Aragua el día anterior. Las autoridades dicen que dicho ataque fue presuntamente realizado por miembros de la pandilla criminal “Bola”, que suelen matar policías. El tiroteo que se desató condujo a la muerte de miembros de Bola conocidos por los alias de “Gregorio” y “Niño Cagua”.
La Fiscalía General de Venezuela abrió una investigación sobre el tiroteo en la cárcel de Tocorón.
Análisis de InSight Crime
La audacia de los recientes ataques contra la policía ilustra la magnitud del poder ejercido por estos grupos y la falta de capacidad o voluntad del gobierno para controlarlos.
Como InSight Crime ha informado previamente, el Tren de Aragua, que se encuentra en Tocorón pero que está buscando expandirse, se considera una de las más poderosas estructuras criminales de Venezuela. Dirigido por jefes llamados “pranes”, dicha organización alentó la conformación de las “megabandas” en todo el país, y actualmente las dirige, como lo hacen otras pandillas carcelarias en otras penitenciarías del país.
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Luis Cedeño, director de la ONG Paz Activa, que se dedica al estudio del crimen organizado en Venezuela, le dijo a InSight Crime que el poder de las estructuras criminales es el resultado de la falta de control del Estado y de una clara coordinación entre los criminales encarcelados y los que se encuentran en las calles.
“Tocorón es una prisión totalmente cooptada por las organizaciones criminales”. El control estatal allí es mínimo, lo que le ha permitido convertirse en una importante economía ilegal que mantiene una comunicación directa y activa con las megabandas” fuera de la prisión, dijo, agregando que una de las razones por las que el reciente tiroteo y el incendio del vehículo fueron posible es que los presos de la cárcel pueden decidir libremente cuándo salir del penal.
“Muchos de los criminales de la cárcel tienen la puerta abierta para entrar y salir a su voluntad”, dijo Cedeño. “El radio de sus actividades va más allá de los muros de las prisiones […] Ellos controlan casi todo y la policía no puede acercarse a la prisión sin el permiso de los pranes”.
Carlos Nieto Palma, abogado director del observatorio de prisiones “Una ventana a la libertad”, fue un paso más allá y le dijo a InSight Crime que la connivencia del Estado —y no sólo la negligencia o la falta de control— es lo que les permite a estas estructuras criminales hacer lo que les plazca en las prisiones de Venezuela.
“Estos presos salen a la calle porque las autoridades les permiten hacerlo”, dijo Nieto Palma. “Es un problema de corrupción. Hasta que no solucionemos eso, el sistema penitenciario de Venezuela seguirá siendo […] el peor del continente”.
Tanto Cedena como Nieto Palma señalan que una manera de abordar estos problemas consiste en cerrar los canales de comunicación entre los criminales dentro y fuera de las cárceles mediante la aplicación de una ley que fue aprobada este año para bloquear las señales de telefonía e internet en las cárceles. Las autoridades han sido criticadas porque aún no han aplicado la medida. Mientras haya prisiones como Tocorón bajo el control de las estructuras criminales armadas, parece poco probable que esta ley llegue a aplicarse de manera efectiva.