El comercio de productos farmacéuticos falsificados en Colombia podría ser tan rentable como el mercado de las drogas ilícitas, según el jefe de aduanas del país, lo que demuestra cómo los grupos del crimen organizado se están aprovechando de una empresa global en crecimiento que se cree que está avaluada en miles de millones de dólares.
En el último año y medio, las autoridades colombianas han incautado más de cinco millones de unidades de medicamentos falsificados destinados a la reventa, por un valor total de más de US$2 millones, informó Caracol. Gustavo Moreno, director de la Policía Fiscal y Aduanera de Colombia, dijo que los márgenes de beneficio eran entre 500 y 1.000 por ciento, por lo que el tráfico es potencialmente tan lucrativo como la venta de drogas ilícitas.
Estos medicamentos falsificados se dividen en dos categorías principales: los contrabandeados y los falsificados, señaló Vanguardia. Los medicamentos de contrabando se venden normalmente con una etiqueta falsa o después de su fecha de vencimiento. Por su parte, los medicamentos falsificados son generalmente medicamentos rellenos con cualquier tipo de cosa, desde harina hasta cemento. Ambos tienen efectos potencialmente mortales.
Según las autoridades, Panamá, Venezuela, Ecuador y Perú son los principales países de procedencia de los productos farmacéuticos ilegales que se trafican en Colombia. Los medicamentos llegan escondidos en cargamentos de otros productos importados, por lo general a través de los departamentos (provincias) de La Guajira, Norte de Santander, Nariño, Chocó y Valle del Cauca. Luego, son distribuidos normalmente a las tiendas en los “San Andresitos” –zonas comerciales que ofrecen productos de contrabando a precios muy bajos–.
Análisis de InSight Crime
La producción o la venta de medicamentos falsos se ha transformado en una empresa criminal importante en los últimos años, responsable de un millón de muertes en el mundo cada año, según la Interpol.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) ha dicho que en algunas partes de Latinoamérica, hasta el 30 por ciento de los medicamentos disponibles en el mercado son falsos, y la región tiene la tercera tasa más alta de incidentes de crímenes farmacéuticos después de Asia y Europa, según el Instituto de Seguridad Farmacéutica.
Dado que el tráfico de farmacéuticos es un fenómeno relativamente nuevo, es difícil determinar exactamente qué organizaciones están detrás del comercio, pero ha habido algunos indicios de que organizaciones criminales ya establecidas están incursionando en este mercado, sobre todo en México, que cuenta con un floreciente comercio de productos farmacéuticos ilegales exportados hacia Estados Unidos.
Las rutas del tráfico y los mercados en crecimiento también han sido documentados en países como Paraguay y Costa Rica, que ha visto un aumento dramático en los medicamentos falsos importados desde Nicaragua.