La condena de tres hombres involucrados en una notoria masacre en Ciudad de México enmarca la conclusión oficial de un caso que llamó la atención por el alza del crimen y las deficiencias judiciales en la capital del país.
Según Milenio, un juez federal condenó a 520 años a Ernesto Espinosa Lobo, José de Jesús Carmona Aiza y a Víctor Manuel Torres García por su participación en el denominado caso “Heaven”, una masacre que llamó la atención de todo México en 2013. En mayo de ese año, 13 jóvenes fueron secuestrados en el bar Heaven, del barrio Tepito de Ciudad de México, y posteriormente fueron asesinados. Sus cuerpos fueron encontrados en una fosa común en agosto de 2013.
Más de 20 sospechosos fueron detenidos durante las investigaciones posteriores, mientras que las autoridades dieron explicaciones contradictorias sobre el trasfondo de los asesinatos. En septiembre de 2013, un policía local fue arrestado por los asesinatos. Luego, en mayo de 2014, las autoridades arrestaron a Javier Rodríguez Fuentes, alias “El Javi,” sospechoso de ser el principal conspirador detrás del crimen.
Según Univisión, pese a las condenas, el caso sigue abierto a investigaciones futuras contra otros involucrados.
Análisis de InSight Crime
La investigación del caso Heaven dio a conocer dos hechos importantes con relación al crimen en Ciudad de México. El primero es que el caso resalta la creciente amenaza del crimen organizado en la capital del país. Tradicionalmente, se ha considerado que Ciudad de México es inmune a las guerras de que los carteles que se ven en el resto del país, y que las autoridades constantemente están restando importancia a la presencia de grupos criminales altamente de organizados en la ciudad, pese a que la violencia aumenta: Ciudad de México vio un leve aumento del 21 por ciento en los homicidios durante los ocho primeros meses de 2015, informó The Wall Street Journal.
Aunque las autoridades han asegurado una y otra vez que la masacre Heaven no tuvo relación alguna con el crimen organizado, agentes mexicanos y expertos del crimen organizado se han mostrado escépticos frente a estos pronunciamientos. Según los investigadores, El Javi era el líder de La Unión de Insurgentes, una pandilla de Ciudad de México. Se cree que los asesinatos del bar Heaven fueron resultado de una pelea entre La Unión y otra pandilla local, conocida como el Cartel de Tepito, por la venta de drogas. Ambos grupos tienen nexos con grupos criminales más grandes, como la Familia Michoacana y la Organización Beltrán Leyva (OBL), respectivamente. Es posible que el ascenso de La Unión en Ciudad de México haya acabado con la reputación de la capital como refugio de paz, que no ha sido afectado por la guerra entre carteles.
VEA TAMBIÉN: Noticias y perfiles de México
El segundo hecho es que el caso Heaven estuvo lleno de errores en las de investigación, acusaciones de participación de la policía en el crimen y una falta total de claridad sobre lo que de verdad sucedió esa noche, a pesar de las recientes condenas. Todo esto ejemplifica los actuales retos que enfrenta México en la limpieza de su sistema judicial.
Al menos cuatro agentes de policía del Distrito Federal fueron arrestados como parte de las investigaciones sobre el caso Heaven, lo que llevó a que la Comisión de Derechos Humanos de México DF pidiera una investigación “a fondo” de cuál fue el papel que pudieron haber desempeñado de las autoridades en el crimen. En ese momento, la Comisión de Derechos Humanos también afirmó que los investigadores no tuvieron en cuenta la preocupación de las familias de las víctimas, que pedían análisis independientes de los cuerpos. Luego de los arrestos, las familias de las víctimas dicen que aún no es claro el porqué de los asesinatos de los jóvenes.
Como lo informa el diario El País, muchas de las fallas de la investigación del caso Heaven recuerdan las cometidas en la investigación del caso Iguala, en el que 43 estudiantes desaparecieron tras enfrentamientos con la policía. Así que, aun cuando tres condenas lleven a pensar que el caso Heaven es una victoria para el sistema judicial de México, no sería disparatado preguntarse si las autoridades realizaron una investigación tan diligente y detallada como pudieron haberlo hecho.