Ocho miembros del grupo criminal más poderoso de Colombia, Los Gaitanistas, fueron asesinados en lo que según las autoridades fue una purga interna, ilustrando lo caótica e inestable que es la dinámica criminal en el suroeste del país.

El 3 de octubre, ocho miembros de Los Gaitanistas, también conocidos como Clan del Golfo, Urabeños y Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), –incluyendo al líder de alto rango, Julio Cesar Paz Varela alias “J1”- fueron asesinados en la tercera ciudad más grande de Colombia, Cali, informó El País. La policía afirmó que la violencia –que tuvo lugar en una reunión entre miembros de la organización– se debió a un conflicto entre Paz y otros miembros del grupo. No ha habido arrestos hasta el momento.

Según El País, Paz intentaba cobrar unas deudas de otros miembros de las AGC luego de haber sido liberado de prisión en septiembre, lo que desató la disputa.

Paz presuntamente controlaba el comercio de drogas sintéticas en el departamento de Valle del Cauca y era la cabeza de una “oficina de cobro” -estructura criminal más sofisticada que una pandilla, que usualmente trabaja para una organización narcotraficante mayor- de Cali.

Análisis de InSight Crime

Hasta ahora, todo indica que las rivalidades internas son el principal motivo detrás de los asesinatos, lo cual refleja la naturaleza altamente fragmentada del crimen organizado en Cali. Esta ciudad del suroeste –la capital no oficial de la costa del Pacífico colombiano- ha sido por mucho tiempo un centro estratégico para el comercio internacional de drogas de Colombia. Pero a diferencia del Cartel de Cali y sus herederos, el Cartel del Norte del Valle, las AGC operan más como una franquicia que como una organización centralizada: se apoyan con pandillas locales y “oficinas de cobro” para que actúen como su músculo, a cambio de armas, drogas, dinero, y las ventajas de utilizar el conocido nombre de las AGC. Como la cabeza de una oficina de cobro, probablemente Paz compró su ingreso a la “franquicia” de las AGC, pero claramente no pudo llevarse bien con otros miembros de la organización.

VEA TAMBIÉN: Noticias y perfiles de los Urabeños

Este tipo de tensiones entre las franquicias más pequeñas de las AGC ha llevado a un incremento en la violencia de pandillas en ciudades como Cali, alguna vez indisputado territorio del grupo criminal los Rastrojos, cuyo poder ha decaído fuertemente en años recientes. Este vacío de poder abrió el camino para que las AGC entraran en la ciudad, sin embargo –como muestran estos recientes asesinatos- con frecuencia no han sido capaces de mantener sus franquicias bajo control.

¿Cuáles son sus opiniones?

Haga clic aquí para enviar sus comentarios a InSight Crime.

Alentamos a los lectores a copiar y distribuir nuestro contenido con fines no comerciales, con atribución a InSight Crime en la firma y enlaces a la publicación original en la parte superior e inferior del artículo. Consulte el sitio web de Creative Commons para obtener más detalles sobre cómo compartir nuestro trabajo y envíenos un correo electrónico si utiliza un artículo.

11 respuestas a “Los Gaitanistas asesinan a 8 de los suyos en el suroeste de Colombia”