La Corte Constitucional de Colombia ha decretado que el Registro Único de Víctimas debe cubrir a las personas desplazadas por las BACRIM, lo que marca una victoria para los miles de colombianos expulsados ??de sus hogares debido a la violencia criminal.

El tribunal también decretó que el gobierno no puede poner límites a la inclusión de las personas desplazadas en el registro, informó El Espectador. Según la decisión del tribunal, el gobierno no puede decir que una persona desplazada es víctima de la “delincuencia común” en lugar del “conflicto armado”, como una forma de negar el acceso a las reparaciones.

El tribunal indicó que las personas desplazadas no cuentan con “mecanismos ordinarios” para resolver su situación, lo que significa que se encuentran en un estado de vulnerabilidad y cuentan con poca protección del Estado.

Según El Tiempo, el desplazamiento causado por las organizaciones criminales híbridas conocidas como BACRIM (Bandas Criminales) es más alto en las regiones costeras de Nariño y en las zonas urbanas de Medellín y Buenaventura. El nuevo fallo de la corte significa que las víctimas podrán registrarse siempre y cuando hayan sufrido de desplazamiento forzado, y el registro oficial ya no evaluará los casos para determinar si están relacionados con el conflicto armado.

Análisis de InSight Crime

La cuestión sobre si las BACRIM deben considerarse como actores en el conflicto de Colombia es un tema polémico, con amplias implicaciones en la forma como se atacan a los grupos -ilustrado por la reciente declaración de los Urabeños de ser tratados como el “tercer actor” en el conflicto de Colombia y que se le permita negociar con el gobierno-. No obstante, cualquiera que sea su estatus, el impacto de estos grupos en las víctimas, especialmente en el área de desplazamiento forzado, no es menos grave que el de grupos más abiertamente políticos.

En este sentido, el fallo del tribunal es un paso importante para brindar justicia a las miles de personas desplazadas por las BACRIM en Colombia, que anteriormente no habían podido reclamar su reconocimiento como víctimas y no tenían ningún recurso para recuperar sus hogares o recibir reparaciones.

También significa que el gobierno puede comenzar a monitorear adecuadamente el verdadero impacto de las BACRIM, ya que hasta ahora no se han incluido a las personas desplazadas por las BACRIM en las estadísticas, lo que significa que el verdadero número de personas desplazadas en Colombia, siendo ya el más alto del mundo, es mucho mayor que la cifra oficial de 4,9 millones a finales de 2012.