Las autoridades brasileñas hicieron un decomiso histórico de éxtasis y desmantelaron varios laboratorios clandestinos de MDMA, lo que muestra la rápida expansión de la producción de esta droga sintética en Brasil.
El 22 de septiembre, la policía militar de Santa Catarina, al sur de Brasil, decomisó más de 230.000 píldoras de éxtasis y 48 kilos de MDMA durante una redada a dos instalaciones ilegales de producción en el municipio de Imaruí, según un comunicado de la policía militar local.
Este fue, en palabras de la policía de Santa Catarina, el decomiso más grande de MDMA en la historia brasileña. El récord anterior se impuso en 2019, también en Santa Catarina, cuando la policía confiscó unos 35 kilos de MDMA y suficientes precursores químicos para producir otros 70 kilos en un laboratorio clandestino.
El estado del sur es sin duda el epicentro de la producción de MDMA en el país. En junio de este año, la Policía Federal de Brasil desarticuló una red de producción de drogas en Santa Catarina, que fabricaba píldoras de MDMA y las vendía en conciertos por todo el estado.
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El incremento de la producción puede ser una respuesta a la creciente demanda, la cual parece haber tenido un crecimiento significativo en la última década en Brasil, según declaró Christian Azevedo, alto oficial de policía actualmente asignado al Departamento de Justicia y Seguridad Pública en el estado de Minas Gerais, centro de Brasil.
“La MDMA es una droga de moda en la escena fiestera [y] no solo entre [los jóvenes de] la clase alta”, le comentó Azevedo a InSight Crime en una entrevista en junio.
Análisis de InSight Crime
El consumo de MDMA en Latinoamérica fue cubierto durante mucho tiempo por la producción en Bélgica y los Países Bajos, los superproductores de drogas sintéticas del mundo. De ahí la importancia de este surgimiento de la elaboración doméstica en Brasil en el panorama global de los narcóticos.
A la región siguen traficándose grandes cantidades de MDMA desde Europa, transportados por pasajeros de avión y envíos de correo, mientras que los “laboratorios de drogas” de los que hablan las autoridades brasileñas muchas veces parecen cocinas rudimentarias.
Brasil no es el primer país suramericano que exhibe un incremento de la producción local de MDMA: en Argentina y Paraguay se han hallado instalaciones de mediano tamaño, mientras que la producción en Chile parece dar pasos más acelerados que los de sus vecinos.
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Pese a eso, Brasil se destaca en varias formas. Aunque los laboratorios que se han desmantelado en Suramérica consistían mayoritariamente de instalaciones a pequeña escala que adulteraban y volvían a convertir la MDMA importada en tabletas, en 2019 y 2020 Brasil descubrió varios laboratorios con la capacidad de elaborar pastillas de “éxtasis” siguiendo el proceso completo, según un informe de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDD) publicado en 2020.
Con una ubicación muy localizada al sur del país, en los estados de Paraná y Santa Catarina, centros de la industria química legal en Brasil, las instalaciones artesanales también ostentan una notoria sofisticación química.
Como descubrió una investigación de campo de InSight Crime en 2020, la cocaína enviada desde Brasil hacia Europa se cambia por drogas sintéticas. Cuando estas llegan a Santa Catarina, se mezclan para dejarlas con solo un 10 por ciento de contenido de la droga original.
Cuando se impuso control internacional sobre varios “pre-precursores” de éxtasis —químicos más simples para fabricar MDMA—, muchos productores expertos belgas y neerlandeses los sustituyeron por helional. Según el Informe Mundial de Drogas, publicado en 2021 por la ONUDD, uno de los pocos países del mundo en el que se reportó un rápido cambio en ese ingrediente fue Brasil.
Aun así, se requiere cautela. No solo los decomisos de MDMA en Europa siguen eclipsando a sus homólogos suramericanos, sino que actualmente los productores brasileños parecen ser delincuentes menores independientes sin vínculos con el gran crimen organizado, observó Azevedo.
“No he visto evidencia de que grandes grupos criminales como el PCC, el CV, u otros hayan estado muy implicados en el tráfico de MDMA”, le dijo a InSight Crime en junio.