La cuenca amazónica está siendo arrasada a un ritmo acelerado por grupos del crimen organizado y empresas «legales», lo que causa el incremento de la deforestación y daños irreparables a la biodiversidad.
Pero hoy en día, la minería ilegal, la tala, el tráfico de vida silvestre, el acaparamiento de tierras, el cultivo de coca y otras actividades aceleran la deforestación rampante y la pérdida de biodiversidad en toda la región, cuyos habitantes son abordados por redes criminales para que desbrocen extensas franjas de árboles o para que atrapen especies en peligro de extinción.
InSight Crime se ha aliado con el Instituto Igarapé —un centro de pensamiento independiente ubicado en Brasil, que se dedica a temas actuales relacionados con el desarrollo, la seguridad y el clima—, con el fin de hacer una cartografía de los delitos ambientales en la cuenca amazónica.

Capítulos
Resumen ejecutivo
Tras salir de casi seis décadas de conflicto civil, el principal productor de cocaína del mundo les ha prestado poca atención a los delitos ambientales.
Deforestación en la Amazonía colombiana: delimitación del problema
La deforestación es la cara más visible de los delitos ambientales en la Amazonía colombiana.
La minería ilegal en la Amazonía colombiana
A medida que los precios del oro se han disparado, los grupos criminales que antes se dedicaban exclusivamente al tráfico de drogas y armas han incursionado en la minería ilegal.
Un comercio voraz: el tráfico de vida silvestre en la Amazonía colombiana
Si bien no es tan lucrativo como la minería ilegal, el tráfico de vida silvestre sigue siendo un negocio multimillonario.
Corrupción en todas las etapas: la confluencia de actores legales y redes criminales
Desde el tráfico de peces ornamentales hasta la apropiación de tierras, la corrupción engrasa el engranaje de todos los motores de los delitos ambientales, promoviendo la deforestación y la pérdida de biodiversidad en la Amazonía colombiana.
Un largo camino: respuestas a delitos ambientales en la Amazonía colombiana
La presencia de actores corruptos que tienen un interés personal en permitir que ocurran delitos ambientales, junto con la falta general de capacidad, recursos y voluntad política para combatir las actividades relacionadas, es una mezcla explosiva que está destruyendo la Amazonía colombiana.