La provincia de Chaco es un corredor importante para el tránsito de productos ilícitos. La mayor parte de las drogas o el contrabando que ingresa a Argentina por la provincia de Formosa cruza Chaco para llegar a los centros de consumo más importantes del país.

Uno de los casos de tráfico de cocaína más grandes en Argentina hasta la fecha puso de relieve el papel de Chaco como punto de tránsito para la cocaína que entra por la provincia de Salta. Además, existen reportes de un flujo importante de productos ilícitos a lo largo de la frontera este de la provincia con el río Paraguay.

Durante varios años se han descubierto varias pistas clandestinas en la provincia, lo que indica que Chaco es también receptor de cargamentos aéreos de cocaína.

A la provincia también se contrabandea una cantidad menor de tabaco desde el vecino Paraguay.

Actores criminales

Clan Castedo: el Clan Castedo, uno de los grupos de tráfico de cocaína más poderosos de Argentina, ha usado a Chaco como ruta para los cargamentos de drogas que se mueven por vía terrestre. Sin embargo, no hay muchos indicios de que el grupo tenga una presencia territorial fuerte en la provincia.

Economías criminales

Tráfico de armas: en la provincia del Chaco hay algunos grupos criminales involucrados en narcotráfico y trata de personas, y es probable que esas redes posean armas de fuego ilícitas para proteger e imponer sus actividades. En la provincia ha habido algunos pequeños decomisos de armas durante diversas redadas, pero no hay señales de tráfico ilícito de armas a gran escala.

Cocaína: Chaco se ubica a lo largo de una conocida ruta de tráfico de cocaína que inicia en Bolivia y pasa por Argentina de camino hacia los centros urbanos del país. La existencia de numerosas pistas clandestinas en la provincia, usadas para el trasiego de cocaína hacia Argentina, indica que hay redes narcotraficantes bien financiadas operando en la zona. También existe un modesto mercado de consumo de cocaína. Sin embargo, hay muy poca evidencia de grandes decomisos de esta droga —en 2019 se incautaron solo 9 kilos del narcótico. Estos datos indican que Chaco es un centro de tránsito menos importante cuando se compara con provincias que limitan directamente con Bolivia, como Salta o Jujuy.

Cannabis: Chaco parece ser un punto de tránsito importante para los cargamentos de cannabis que entran a Argentina desde Paraguay. Los narcotraficantes aprovechan las fronteras porosas para introducir el cannabis a Argentina usando rutas de tráfico terrestres, o, como alternativa, usan pequeñas lanchas de motor para transportar cargamentos de droga por los ríos que dividen a Chaco del vecino Paraguay. En diciembre de 2019 se informó que la policía de Chaco había decomisado 1,4 toneladas de cannabis durante el año. A un precio estimado de US$10.000 por kilo de cannabis, esos decomisos tendrían un valor de US$13.9 millones. El valor real de esta economía criminal puede ser varias veces más alto, pues los decomisos por lo general representan solo una pequeña porción de la cantidad total de drogas en circulación. Además de eso, las autoridades han detectado numerosas pistas clandestinas en la región, una señal del alto grado de sofisticación y de la riqueza de los grupos que trafican cannabis por la provincia. En Chaco hay pocos indicios de un mercado importante de consumo de cannabis, lo que refuerza la idea de que esta es una ruta de paso para los cargamentos de marihuana destinados a otros lugares de Argentina con mercados de drogas más lucrativos. También hay evidencia de cultivos de cannabis en la provincia, aunque la mayor oferta parece venir de Paraguay.

Delitos ambientales: Chaco es un punto crítico de tala ilegal y deforestación en el país. En la provincia se extraen especies de maderas valiosas, como el palosanto, y se venden en el país o en lugares como China o Europa. Según los datos disponibles sobre deforestación, en 2019 se deforestaron en la provincia de Chaco un total de 9.709 hectáreas de madera. De acuerdo con los datos para el periodo de 2016 a 2018, entre el 43 y el 56 por ciento de esta madera es talada en zonas protegidas por ley. Sin embargo, estas cifras se refieren a la tala de bosques para despejar el suelo para uso agrícola, y no para el tráfico de madera con fines comerciales, de manera que es difícil estimar la magnitud del mercado ilícito.

Trata de personas: la provincia de Chaco es un centro de reclutamiento y explotación para varios tipos de trata. En toda la provincia redes de trata reclutan mujeres y niñas que atraen con falsas promesas de empleo para luego obligarlas a entrar en la prostitución. La capital de la provincia, Resistencia, es un centro de trata de personas. Las víctimas de trata pueden ser locales, nacionales o extranjeras, y las víctimas que son reclutadas en Chaco son llevadas, en algunos casos, a otros lugares de Argentina o a países vecinos, principalmente Brasil y Paraguay, donde son sometidas a explotación sexual. Las víctimas de este tipo de trata son obligadas a sostener un promedio de 20 encuentros sexuales por día, y los grupos criminales pagan alrededor de US$450 solo por hacer contacto con posibles víctimas. La población indígena de Chaco es particularmente vulnerable a la explotación sexual. Además, hay evidencia de que los residentes son llevados a trabajar en granjas de la provincia sin recibir un pago. Las víctimas de servidumbre laboral que son de origen haitiano o senegalés son presuntamente obligadas a vender mercancías en las calles de la provincia. Así pues, los numerosos tipos de tráfico de personas que se observan en la provincia indican que esta economía criminal genera rentas importantes para los grupos involucrados.

Tráfico de personas: no hay evidencia de un porcentaje significativo de tráfico de personas en la provincia de Chaco. Existen algunos indicios de el traslado de personas de Bolivia a Argentina que pueden pasar por Chaco en su trayecto hacia diferentes lugares del país. Los migrantes chinos también pagan por ser llevados a la provincia desde Paraguay, pero no hay información que indique que haya redes sofisticadas de traficantes operando en la provincia.

Extorsión: en noviembre de 2019 la policía de Chaco desarticuló una red criminal en la que participaban más de 50 personas —incluyendo colombianos y venezolanos— sospechosas de trabajar como prestamistas en la modalidad conocida localmente como “gota a gota” y en el lavado de dinero. Como parte de la operación, la policía realizó doce operativos sorpresa en Resistencia, Fontana y Barranqueras. Sin embargo, se mantienen las circunstancias subyacentes que dieron pie a estas actividades, lo que facilita el retorno de estas.

Contrabando: la mercancía de contrabando que se introduce a Formosa desde Paraguay también pasa por Chaco. Sin embargo, el mercado de contrabando en la provincia es más pequeño que en Misiones, Corrientes y Formosa.

Fuentes: Este perfil se elaboró con base en tres investigaciones de campo en Buenos Aires y de entrevistas remotas con actores locales en Chaco, donde InSight Crime habló con funcionarios del Ministerio de Seguridad, la Secretaría para Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), la oficina antinarcóticos de la provincia, un fiscal federal, organizaciones no gubernamentales que trabajan con víctimas de trata, iniciativas ambientales, penales y sociales, y periodistas locales, la mayoría de los cuales solicitaron que se mantuviera su anonimato. InSight Crime también utilizó información suministrada por el Ministerio de educación, el Instituto Geográfico Nacional, el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el Observatorio de Seguridad Ciudadana y prensa local.

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