La captura de Ovidio Guzmán no fue sencilla. Nunca lo sería. Con las fugas de prisión de El Chapo y el caos vivido con la primera detención y liberación de Ovidio en 2019, ha sido difícil mantener a los Guzmán tras las rejas.
Esta vez no fue distinto. Casi 30 personas murieron en Culiacán, capital del estado de Sinaloa, en el operativo que llevó a su aprehensión, entre ellos diez soldados, y hay docenas de efectivos de las fuerzas de seguridad heridos.
Pero si detener a Ovidio nunca sería sencillo, ¿al menos valía la pena?
El significado de su captura
Por su valor para las relaciones públicas, el momento era ideal. Ovidio Guzmán López es uno de los cuatro hijos de Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo«, que estarían buscando mantener el legado de su padre. Conocidos como Los Chapitos, los cuatro asumieron el control de gran parte de las operaciones del Cartel de Sinaloa Cartel y se cuentan entre los mayores traficantes de fentanilo y metanfetaminas hacia Estados Unidos. Este rápido ascenso llevó a que InSight Crime los designara Campeones Criminales para 2022.
Por esa razón, era ideal que ocurriera la captura de Ovidio a pocos días de recibir al presidente estadounidense Joe Biden en México, quien llegó con la intención de discutir estrategias para reducir el flujo de fentanilo en la frontera.
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En 2018, fiscales estadounidenses imputaron a Ovidio y a su hermano Joaquín de conspiración para traficar cocaína, heroína y metanfetaminas. Aunque su extradición fue congelada provisionalmente por un juez mexicano, es probable que llegue a juicio en Estados Unidos.
Ovidio se convierte así en el último “capo” en caer, de manera muy similar a como ya le ocurrió a su padre El Chapo. Pero dejando de lado ese nombre, ¿qué diferencia específica supondrá la captura de Ovidio para los Chapitos, el Cartel de Sinaloa y la afluencia de fentanilo a Estados Unidos, y para el panorama criminal mexicano en general?
¿Cuál era el rol de Ovidio?
Los Chapitos se conocen más comúnmente como un grupo, bien sea con ese nombre o como los Menores y los Juniors. Siempre se los llama haciendo referencia a la fama del padre, como si sus hazañas siguieran a la sombra de él.
Lo que se sabe es que Ovidio, su hermano Joaquín y sus medio hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar parecen ser un grupo muy unido. Si el nombre de Ovidio se menciona con mayor frecuencia por sí solo puede ser principalmente por la violencia que rodeó a sus capturas en Sinaloa.
Más allá de eso, poco se conoce sobre los roles que desempeña cada uno en la organización. El trabajo de campo adelantado por InSight Crime en Sinaloa indica que Iván Archivaldo, al parecer el más violento de los cuatro, es el líder general.
El rol de Ovidio puede haber sido el de expansión. Según el Departamento de Justicia, él y Joaquín comenzaron a coordinar el envío de cargamentos de cocaína, metanfetaminas y heroína hacia Estados Unidos desde 2008.
También puede haber estado al frente de las iniciativas para establecer la presencia de Los Chapitos en Ciudad de México. En julio de 2022, las autoridades detuvieron a 14 presuntos emisarios de Los Chapitos en Ciudad de México, portando escarapelas con la caricatura de un ratón, que según se dice es una referencia a Ovidio, a quien apodan «El Ratón”. Y en los días posteriores al arresto de Ovidio, se dio a conocer un informe de inteligencia que detallaba las operaciones de Los Chapitos en la colonia de Tlalpan, en la capital, según el portal mexicano de noticias La Silla Rota.
Pero mucho de eso sigue siendo una conjetura. En la era post Chapo, es poco lo que se sabe sobre los roles y el paradero de los grandes narcos. Los Chapitos no son la excepción. Hace años no se tienen noticias del rival de los hermanos por el control del Cartel de Sinaloa, Ismael Zambada García, alias «El Mayo», o del jefe del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera Cervantes, alias «El Mencho».
¿Cuál será la reacción de aliados y enemigos?
Los Chapitos nunca se han cohibido de usar armas. Solo en los dos últimos años, han montado operaciones dirigidas contra sus rivales dentro y fuera del Cartel de Sinaloa. El conflicto de mayor duración ha sido con el antiguo socio de su padre, El Mayo. En junio de 2020, un tiroteo atronador ocurrido entre miembros del cartel leales a ambos bandos en Sinaloa dejó unos 15 muertos. A eso le siguió el asesinato de un exteniente de Sinaloa, leal a El Mayo, poco después de su regreso de prisión en Estados Unidos.
En 2022, también se intensificó un conflicto ya prolongado contra el Cartel Caborca en Sonora, tras la aprehensión del fundador de ese grupo rival, Rafael Caro Quintero. Asegurar mayor poder en Sonora les permitiría a Los Chapitos tener el control de un extenso tramo de la frontera entre México y Estados Unidos. Y la guerra a nivel nacional del Cartel de Sinaloa con el CJNG sigue siendo uno de los principales factores de violencia criminal en el país. A pesar de esa lista de enemigos poco envidiable, no es claro qué debilidades podrán explotarse con la captura de Ovidio.
La reacción frente a su arresto en 2023 muestra la capacidad de respuesta instantánea y brutal con la que el Cartel de Sinaloa defenderá a sus cabezas, aun a costa de las vidas de sus miembros. La lealtad hacia Los Chapitos es en parte una continuación del legado del padre y en parte resultado de su éxito, que puede apreciarse en internet con la acogida del numeral Chapiza.
Ese respaldo no se debilitará con la captura de Ovidio.
En cuanto a la guerra por territorio con el CJNG, lo más probable es que se mantenga. En la actualidad, el CJNG tiene frentes contra el Cartel de Sinaloa en Zacatecas y Baja California, ambos estados cruciales para el tráfico de fentanilo. Pero es bastante improbable que la caída de Ovidio debilite el dominio de Los Chapitos en sus territorios centrales como para ameritar un nuevo desafío.
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El flujo de fentanilo hacia Estados Unidos
En las semanas previas a la captura de Ovidio, la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos anunció la incautación de 50,6 millones de comprimidos de venta controlada mezclados con fentanilo y más de 4,5 toneladas de fentanilo en polvo en Estados Unidos a lo largo de 2022.
El comunicado de prensa afirmaba que el Cartel de Sinaloa y el CJNG eran responsables de la producción masiva de la mayor parte de ese fentanilo en “plantas secretas en México con químicos procedentes de China en su mayoría”. Entre abril de 2020 y abril de 2021, el fentanilo fue responsable de más de 64.000 muertes por sobredosis en Estados Unidos.
Los Chapitos han sido las cabezas visibles de la afluencia de drogas sintéticas desde México. Aun así, el arresto de Ovidio no debería reducir la cantidad de químicos recibidos por Los Chapitos ni el número de plantas bajo su control o la cantidad de fentanilo que envían hacia la frontera.
Pero el presidente Biden ha llegado a México a exigir acciones firmes contra el tráfico de fentanilo. Alentado por la victoria con Ovidio e impulsado por Estados Unidos, es previsible que el gobierno mexicano decida continuar una campaña dirigida contra Los Chapitos.
Esa puede ser por el momento la mayor amenaza que enfrenten los hijos de El Chapo.