La captura por parte del ejército de Mario Ramírez Treviño, alias “X20”, líder del Cartel del Golfo, evidencia que los esfuerzos del gobierno están funcionando en el noreste de México, pero abren otro peligroso vacío de poder.

El gobierno mexicano anunció la captura a través de Twitter y luego emitió un breve comunicado diciendo que el ejército había capturado a Ramírez el 17 de agosto en Reynosa, Tamaulipas; el asediado estado nororiental que se ubica lo largo de la frontera con Estados Unidos.

En una conferencia de prensa posterior a la captura, Eduardo Sánchez, vocero del gobierno federal, dijo que la operación se produjo sin disparar un tiro, pero advirtió que esperaba más violencia en la región.

“(…) ha sido una constante, y lo hemos visto todos, que cuando ocurren detenciones importantes, sobre todo en las cabezas de los grupos del crimen organizado, pues se llevan a cabo ajustes dentro de la misma organización, o con organizaciones rivales, para expandir sus operaciones y tomar territorios que en ese momento no son ocupados por ellos”, explicó.

Sánchez vinculó la operación para capturar a X20 con una operación del 12 de agosto, en la que 24 miembros de un grupo de X20 fueron detenidos en Guerrero, Tamaulipas.

X20, un ex policía y drogadicto en recuperación, era el presunto jefe del Cartel del Golfo. Parecía a punto de llevar a cabo una jugada a lo largo del corredor noreste, incluyendo Nuevo Laredo, la cual es controlada por sus rivales de los Zetas, tras la captura en julio de Miguel Treviño, alias “Z40”.

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En su lugar, Ramírez está siguiendo los pasos de Z40 a través de un proceso judicial que seguramente lo llevará a una cárcel de máxima seguridad y, posiblemente, a los bloques de extradición a Estados Unidos, donde es requerido por narcotráfico y tenía una recompensa de US$5 millones por su cabeza.

Análisis de InSight Crime

X20 era un asesino a sueldo, más que un estratega o empresario. Su ascenso ilustra lo que se valora actualmente en estas organizaciones que han pasado la mayor parte de los últimos cinco años en guerra entre ellos y con sus rivales: la fuerza militar.

X20 logró asegurar el control del Cartel del Golfo sólo después de haber eliminado a su rival interno, Héctor Salgado, alias “Metro 4” en enero. Y parecía que el Golfo estaba ganándole terreno a sus principales rivales, los Zetas, especialmente en lugares como Monterrey.

Pero el poder militar sólo ayuda a avanzar hasta cierto punto en el mundo criminal. También se necesita de contactos políticos y visión para los negocios. No es sorprendente que la vida útil de esta nueva generación de líderes con mentalidad más militar sea de meses y no de años. X20 estuvo en la cúspide del Cartel del Golfo por menos de un año, luego de la captura de Eduardo Costilla, alias “El Coss”, en septiembre de 2012; al igual que Z40, quien tenía las riendas desde octubre de 2012, cuando el comandante de los Zetas, Heriberto Lazcano , alias “Z3”, fue asesinado por infantes de marina.

Quienquiera que siga los pasos de ambos líderes tendrá un reto similar para mantener sus organizaciones criminales intactas, a medida que luchan con sus rivales y tratan de mantener alejadas a las fuerzas de seguridad mexicanas.

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La estrategia de seguridad ligeramente alterada de la administración de Enrique Peña Nieto parece estar brindando sus frutos. Los militares han dicho a InSight Crime que están montando menos retenes, pero están desarrollando operaciones más precisas del tipo de las que han logrado los arrestos de X20 y Z40.

El gobierno de Peña Nieto también parece estar siguiendo adelante con su promesa de centrarse en los grupos criminales más violentos. El Cartel del Golfo y los Zetas sin duda encajan en esa estrategia, y el noreste está pasando por lo que sólo puede ser descrito como un conflicto de baja intensidad, ya que estos grupos continúan fragmentándose y luchando entre ellos.

“Nuestra estrategia tiene que ver, en primer lugar, con una coordinación entre las entidades de la… de las dependencias del gobierno federal, que definitivamente no existía [en el administración anterior] (…)”, dijo Sánchez en rueda de prensa (abajo, vea vídeo de la rueda de prensa).

La lenta desintegración del Cartel del Golfo y de los Zetas abre el camino para que una persona ajena tome el control de la zona. El candidato más obvio es el Cartel de Sinaloa. Este cartel se había aliado con los remanentes del Cartel del Golfo para luchar contra los Zetas. No obstante, hubo informes de que tenían disputas con X20.

Al final, hay pocas alianzas criminales que perduran estos días. Pero también hay algunas organizaciones que mantienen una poderosa red integrada verticalmente, lo suficientemente fuerte como para empujar hacia, y mantener el control de, los corredores del narcotráfico más codiciados. Incluso el Cartel de Sinaloa se enfrenta a nuevos actores criminales desde su patio trasero en Sinaloa hasta Tijuana y Juárez.

Esta dinámica hace que aparezcan numerosos vacíos de poder, lo que ayuda a explicar por qué Peña Nieto no ha sido capaz de domar a la violencia.

Steven Dudley is the co-founder and co-director of InSight Crime and a senior research fellow at American University’s Center for Latin American and Latino Studies in Washington, DC. In 2020, Dudley...

12 respuestas a “Captura de X20 abre otro vacío de poder en México”