Acusaciones estadounidenses describen a Daniel “El Loco” Barrera como un simple jefe de seguridad, mientras que las autoridades colombianas lo describe como el último de los grandes capos de Colombia. ¿Quién es en realidad?
Al igual que los informes del diario El Tiempo de Colombia, las acusaciones de la Corte del Distrito Sur de Nueva York y la Corte del Distrito Sur de Florida pintan un cuadro del negocio narcotraficante multimillonario de Barrera. Él era uno de los capos colombianos más buscados hasta que finalmente fue arrestado en Venezuela en septiembre de 2012.
Uno de los principales colaboradores de Barrera fue otro colombiano, Luis Agustín Caicedo Velandia, alias “Don Lucho”, quien fue detenido en Buenos Aires en junio de 2010. Las acusaciones de Estados Unidos describen a Barrera como jefe de seguridad y socio de Don Lucho. Este último está acusado de supervisar la exportación de unas 1.000 toneladas de cocaína a Estados Unidos durante un período de tiempo no especificado. Se cree que Barrera le ayudó con al menos el 25 por ciento de esas exportaciones.
Las acusaciones también indican que Barrera ayudó a Don Lucho a recuperar tres cargamentos de drogas que fueron robados, participando en el “interrogatorio, tortura y palizas” de varias personas sospechosas de haber participado en el robo.
La brutalidad de Barrera nunca ha estado en duda. Ha admitido matar a sus enemigos durante los interrogatorios con la fuerza públcia, habiendo confesado el asesinato de un ex guardaespaldas por actuar “irrespetuosamente”. También confesó haber ordenado el asesinato de un conocido comerciante colombiano de esmeraldas, bromeando: “Yo no podía permitir que me matara por nada. La vida es una sola”.
Análisis de InSight Crime
La afirmación de El Tiempo sobre Barrera desempeñándose como el ala de seguridad de Don Lucho es sorprendente. Barrera ha sido típicamente representado como una figura poderosa en el hampa de Colombia, tal vez la figura más poderosa, con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, llamándolo “el último gran capo” del país. Su habilidad para mover cargamentos masivos de cocaína fue comparada con la del extinto líder del cartel de Medellín, Pablo Escobar.
El informe de El Tiempo muestra a Don Lucho como el poder oculto detrás de Barrera. Sugiere que Barrera fue el narcotraficante más visible y conocido de los que participaron en esta red de narcotráfico, pero Don Lucho era el hombre que en realidad estaba manejando los hilos del poder. Al momento del arresto de Don Lucho en Argentina en 2010, él era una figura poco conocida en el hampa colombiano. Este bajo perfil era lo que probablemente le permitía lavar cientos de millones de dólares, incluyendo una parte de las ganancias ilícitas que fueron canalizados a través de un equipo de fútbol colombiano.
No obstante, pese a hacer algunos trabajos de seguridad para Don Lucho – incluyendo castigar a los presuntos autores del robo de cargamentos de cocaína – Barrera era un traficante de drogas de gran alcance. Él manejó sus propios envíos de cocaína independientemente de su asociación con Don Lucho, lo cual le brindó cientos de millones de dólares en ganancias. Según El Tiempo, dos informantes citados en la acusación de Estados Unidos dijeron que Barrera ganó casi US$200 millones como producto de 85 toneladas de cocaína que traficó entre 2003 y 2008. Los informantes trabajaron anteriormente como lavadores de dinero y contadores para la organización de Barrera.
Al unir fuerzas, parece que Don Lucho y Barrera consiguieron construir una red de narcotráfico paralela que resulto ser extremadamente lucrativa. Una acusación de la Corte del Distrito Oriental de Nueva York da una idea de la magnitud de esta organización conjunta (descargar la acusación más abajo). El documento enumera 15 transacciones financieras que Don Lucho, Barrera y sus colaboradores realizaron o intentaron llevar a cabo, durante 2007 y 2008. El valor promedio de cada transacción es de alrededor de US$11 millones.
Don Lucho, quien fue extraditado a Estados Unidos poco después de su detención, ha demostrado ser extremadamente colaborador con las autoridades estadounidenses. Entregó activos con un valor aproximado de US$114 millones y proporcionó los nombres y alias de cientos de colaboradores, según el diario colombiano El Espectador. Esto le permitió negociar una pena de prisión de 10 años.
Es probable que, como parte de la cooperación Don Lucho, proporcionara información a las autoridades sobre Barrera, lo que podría haber ayudado a su captura. Los servicios de Barrera a la organización de Don Lucho – que al parecer incluyen participación en tortura – probablemente importaron poco una vez Don Lucho se encontró en una prisión de Estados Unidos con la necesidad de negociar. Barrera está a la espera de su extradición a Estados Unidos en una prisión de alta seguridad en Ibagué, Colombia. Una vez extraditado, es probable que siga el ejemplo de Don Lucho y este más que dispuesto a compartir información de inteligencia valiosa a cambio de una pena reducida.
Barrera fue un pionero en el hampa colombiano, trabajando simultáneamente con todos los actores del conflicto civil: los guerrilleros marxistas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y las bandas de narcotraficantes como los Rastrojos . Él fue sin duda uno de los capos más importantes de Colombia. Es poco probable que sea el último.