En nuestra sesión de Facebook Live del 15 de junio, el codirector Steven Dudley y el investigador sénior Héctor Silva Ávalos hablaron sobre la investigación especial de InSight Crime en torno a la economía criminal en Nariño (Colombia), y sobre el impacto que el proceso de paz del país está teniendo en el comercio de cocaína regional.

La conversación se inició con un análisis de Dudley sobre los recientes intercambios entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, y el senador Marco Rubio sobre el proceso de paz de Colombia con las FARC y sobre el boom de la cocaína en el país. Durante la audiencia del Congreso, Tillerson dio a entender que Colombia debe reanudar su programa de fumigaciones aéreas de los cultivos de coca, una estrategia que al parecer no logró controlar efectivamente el cultivo de la coca en el largo plazo. Al parecer algunos altos funcionarios de Estados Unidos se han retractado, una contradictoria dinámica que, según Dudley y Silva, parece común en la administración Trump.

Posteriormente, Silva habló sobre la economía ilegal en el departamento de Nariño (Colombia), como un ejemplo de la complejidad del dilema del problema de la coca en el país. Silva describió el proceso del comercio de cocaína, que comienza con el cultivo de la hoja de coca por parte de pequeños agricultores que luego la convierten en pasta de coca, para luego venderla a grupos intermedios más sofisticados que la entregan a las organizaciones criminales, las cuales procesan y exportan el producto final: la cocaína en polvo.

Refiriéndose al comentario de Tillerson sobre la fumigación aérea, Silva explicó que dicha estrategia afecta principalmente a los cocaleros —los productores de coca en la parte inferior de la cadena de producción de la cocaína—.

“En el departamento de Nariño, lo único que hay es coca”, dijo. “No existe otro cultivo que pueda generar el mismo tipo de ganancias”.

Las comunidades locales sienten la ausencia de las FARC en la producción de coca en estas regiones, dijo Silva.

“Debido a la ausencia del Estado colombiano, las FARC, en la práctica, hacían las veces de Estado. Eran los mediadores en muchas cosas, entre ellas la economía”, señaló.

Al mismo tiempo, los actores armados, como los paramilitares y los disidentes de las FARC, están aprovechando la desmovilización del grupo guerrillero, lo que ha generado más violencia en estas zonas, explicó el investigador.

Dudley y Silva también se refirieron al comercio global de las drogas, en el que se observa un aumento en la producción y el consumo de cocaína.

En última instancia, las polémicas estrategias como la fumigación aérea de la coca han demostrado ser inviables en el largo plazo, y suelen ignorar el papel que juegan la corrupción y las malas condiciones económicas en el aumento de las plantaciones de coca en Colombia.

Vea la conversación completa de Facebook Live a continuación:

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4 respuestas a “InSight Semanal: La coca y la cocaína en Colombia”