Hay una tendencia en toda Lationamérica al uso cada vez más generalizado de los militares para llevar a cabo funciones policiales. En el caso de Brasil, el gobierno está utilizando a la Policía Militar para llevar a cabo estas tareas, en lugar de enviar directamente al ejército, y los políticos, ciudadanos y analistas han comenzado a hacer un llamado a la desmilitarización de las fuerzas policiales del país.
Cada estado en Brasil cuenta con dos unidades policiales distintas: la Policía Civil y la Policía Militar (PM). La PM es responsable de mantener el orden público y de responder inmediatamente a los crímenes, mientras que la Policía Civil lleva a cabo las investigaciones y el trabajo de detectives y forenses. Aunque las PM son militares entrenados y también tropas de reserva del ejército, responden directamente a los gobiernos estatales, no al Ministerio de Defensa. Hay alrededor de 400.000 miembros activos en la PM y unos 123.400 en la Policía Civil.
Este artículo fue publicado originalmente en Just the Facts. Vea el original aquí.
Como explica Global Voices:
El debate sobre la desmilitarización de la policía militar en el país no es nuevo. Como parte del legado de la dictadura de Brasil, entre 1964 hasta 1985, la policía militar surgió como una solución tras la extinción de la Fuerza Pública y la Guardia Civil. Después del golpe de 1964, el nuevo gobierno abandonó la idea de crear una policía civil única e implementó un modelo militar.
Hoy en día, casi todas la labores policiales urbanas en Brasil se llevan a cabo por la policía militar adscrita a los gobiernos de cada estado, y el país sigue siendo el único en el mundo en contar con una fuerza policial que opera fuera de los cuarteles militares.
El tema de la desmilitarización de la policía ha vuelto a entrar en el debate en Brasil después de varios episodios recientes de violencia de la PM contra los manifestantes y periodistas, durante las protestas masivas que se propagaron por el país en junio.
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Un reciente artículo de BBC Brasil, Como desmilitarizar a polícia no Brasil?, Examinó esta cuestión. He aquí algunos puntos clave y citas del artículo:
Los problemas logísticos:
Los analistas consultados por BBC Brasil afirmaron que uno de los principales problemas de tener dos cuerpos de policía separados es que ninguno lleva a cabo todas las responsabilidades de cualquier hecho criminal: la PM detiene a un sospechoso que acaba de cometer un delito y lo entrega a la policía civil, la cual inicia la investigación y denuncia el delito con el sector judicial. No obstante, esta división de la responsabilidad y, a veces la superposición de tareas, inhibe la coordinación y la cooperación.
Además, ambas fuerzas policiales tienen unidades con responsabilidades similares –investigación y patrullaje–. En la mayoría de los estados, la división de responsabilidades es borrosa, alimentando la competencia y la falta de cooperación entre los dos organismos, según los investigadores.
Problemas ideológicos:
Para el coronel Ibis Pereira, jefe de la subdirección de la enseñanza de la policía militar de Río de Janeiro, “militarización” se define más por la forma como una fuerza considera a su objetivo y menos por una estructura militar: “Es ver una favela e identificarla como un territorio que tiene que ser conquistado. Ver una facción criminal como un enemigo que debe ser enfrentado con balas”, dice . “Pero, nos enfrentamos a criminales que tienen derechos y garantías”.
“El ejército se prepara para defender el país. Se trata de una metodología diferente necesaria para hacer frente a los brasileños”, según el legislador Chico Lopes. “Algunos policías militares tratan a las personas como si fueran enemigos. La policía tiene que tener una función social, más humana y civil”.
Una encuesta realizada por la BBC Brasil sobre los homicidios policiales en 2011 indicó que la PM de São Paulo mató a seis veces más personas que la Policía Civil.
¿Un cambio?
Cualquier cambio en esta estructura necesitaría una enmienda constitucional. Por lo menos tres Propuestas de Enmienda Constitucional (PEC) relacionadas con la desmilitarización están siendo consideradas en el Congreso brasileño. La mayoría de ellas propone la unificación de las policías civil y militar.
Según los expertos legales, una enmienda constitucional tendría que ser aprobada en dos rondas por las tres quintas partes, tanto de la Cámara como del Senado, antes de pasar a ser firmada por el presidente.
Wilson Moraes, presidente de la Asociación de Jefes y Soldados de la PM de São Paulo, dijo a la BBC que las asociaciones de PM son favorables a la unificación de la policía –entre otras cosas porque permitiría la participación política de los militares en la sociedad y hacer posible que éstos reciban pagos por horas extra–.
En 2012, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU pidió al gobierno brasileño trabajar en pro de la abolición de la PM, ya que han sido acusados de numerosas ejecuciones y abusos extrajudiciales. Otras organizaciones internacionales también se han pronunciado acerca de la PM por su participación en escuadrones de la muerte. El año pasado, Amnistía Internacional informó que la PM y la Policía Civil habían “participado en limpieza social, extorsión, así como en el tráfico de armas y drogas”, al igual que en desapariciones forzadas. Los informes de Derechos Humanos sobre el país, del Departamento de Estado de Estados Unidos, también reconocen estos abusos.
*Este artículo apareció originalmente en Just the Facts. Fue publicado con permiso. Vea el original aquí.