Las autoridades ecuatorianas capturaron a un presunto narcotraficante que dio el paso de las pandillas locales de Ecuador al tráfico internacional de narcóticos, y ayudó a catapultar las credenciales del país en narcotráfico y a un periodo de violencia pandillera sin fin.

Wilder Emilio Sánchez Farfán, alias “Gato Farfán” o “Gato», fue capturado el 8 de febrero en la ciudad de Pasto, suroeste de Colombia, en la frontera con Ecuador, en un operativo conjunto de las fuerzas ecuatorianas y colombianas. El ministro del interior de Ecuador, Juan Zapata, lo describió como el criminal más buscado de Ecuador y uno de los fugitivos más perseguidos del mundo.

Gato Farfán es el presunto líder del Cartel Nueva Generación Ecuador, coalición que reúne a varias importantes pandillas ecuatorianas, como los Lobos, los Tiguerones, los Chone Killers y los Lagartos, entre otros. En 2022, esos grupos se unieron para enfrentar a los Choneros, considerados como la principal organización criminal de Ecuador.

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Las autoridades conectaron a Gato Farfán con masacres carcelarias y asesinatos, como el homicidio de Jorge Luis Zambrano González, alias “Rasquiña”, exjefe de los Choneros, quien murió acribillado en 2020.

De igual modo, las autoridades estadounidenses buscan a Gato Farfán. Fiscales federales de ese país lo imputaron en 2019 por narcotráfico, y en febrero de 2022, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos le impuso nuevas sanciones, sobre la base de que era un “importante proveedor de cocaína”, que traficó cargamentos de cocaína de varias toneladas desde Colombia hacia Ecuador, pasando por Centroamérica y México, para terminar en Estados Unidos.

Análisis de InSight Crime

Con la coordinación y el trasiego de cocaína desde Colombia hasta Ecuador por casi una década, Gato Farfán presuntamente contribuyó a que Ecuador subiera un peldaño para convertirse en foco de narcotráfico.

Este es uno de los más célebres entre una serie de intermediarios de drogas ecuatorianos que crearon sofisticadas redes de trasiego de drogas a gran escala, a la altura de Washington Prado Álava, alias “Gerald”, quien transportó cocaína hacia Centroamérica y México, y el excapitán del ejército ecuatoriano Telmo Castro, quien trabajó con grupos criminales colombianos para traficar cocaína, y que fue confidente de Gato Farfán. 

Pero lo que destacó a Farfán entre sus antecesores fue su capacidad para unir de manera improvisada una coalición de pandillas, cuyas volátiles relaciones ya habían impedido la consolidación de conexiones internacionales, como le comentó a InSight Crime Daniel Pontón, profesor del Instituto de Altos Estudios Nacionales de Ecuador (IAEN Ecuador).

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“Las organizaciones criminales transnacionales no siempre quieren trabajar con pandillas porque pueden ser algo anárquicas, poco respetuosas de acuerdos y en extremo violentas, lo cual genera demasiada visibilidad sobre sus acciones”, explicó Pontón.

Bajo el presunto mando de Farfán, el Cartel Nueva Generación Ecuador coordinó con pandilleros para trasegar cocaína colombiana a través de Ecuador para organizaciones criminales mexicanas, albanesas y españolas

La evolución de Ecuador como uno de los principales centros de cocaína coincide con una explosión de la violencia, pues las pandillas se disputan los crecientes volúmenes de cocaína que llegan a los puertos y pasos fronterizos del país.

Las tasas nacionales de homicidios han aumentado rápidamente en los últimos años. Los homicidios pasaron a 82% en el último año, mientras que solo el mes pasado se conoció evidencia de colusión entre la marina ecuatoriana y las pandillas narcotraficantes.