La circulación de panfletos y video-amenazas de grupos criminales en Bogotá reabrió el debate sobre la presencia real de estas organizaciones en la capital colombiana, sin embargo, expertos en seguridad ponen en duda su poder. 

En el mes de agosto, medios de todo el país se refirieron a una posible guerra entre dos grupos criminales en Bogotá, Colombia. En un video de aproximadamente dos minutos, supuestos miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), declaran como objetivo militar al Tren de Aragua, una organización de Venezuela y que presuntamente tendría células establecidas en Colombia y otros países de Latinoamérica.  

“Hemos decidido combatir a toda la delincuencia que intente extorsionar o cometer algún tipo de delito contra la población civil. Por este motivo, es objetivo militar el Tren de Aragua, sus cómplices, colaboradores y toda persona que sea allegada a este grupo (…)”, expresa uno de los tres hombres encapuchados que se observa en el video. 

VEA TAMBIÉN: El ‘Tren de Aragua’ de Venezuela continúa expandiendo sus tentáculos

Además de este hecho, defensores de derechos humanos de la capital denunciaron ante las autoridades la circulación de panfletos en localidades del sur y norte de la ciudad a nombre de las AGC. Así mismo, comercios y viviendas de estas zonas fueron marcadas con grafitis alusivos a este grupo, despertando preocupación entre los habitantes por una posible escalada de violencia en sus barrios. 

Por otra parte, durante el 2023 Bogotá ha visto un incremento en las cifras de inseguridad. Delitos como el secuestro aumentaron un 80% respecto al año anterior, mientras que el hurto y los homicidios aumentaron un 29,7% y 9,2% respectivamente frente al 2022. 

Óscar Palma, profesor de la Universidad del Rosario en Bogotá y especialista en temas de seguridad, se refirió a la situación. “Dudaría mucho de que una eventual guerra entre estos grupos se diera como se ve en otros municipios del país [donde otras organizaciones criminales tienen enfrentamientos armados]. La inexistencia de sectores que estén en entero control del crimen organizado hace muy difícil pensar en esa dinámica de competencia.”, dijo durante una entrevista a InSight Crime. 

Análisis de InSight Crime

A pesar de que Bogotá es considerada una ciudad con presencia de crimen organizado en Colombia, hasta ahora no es posible comprobar el control que grupos criminales como las AGC o el Tren de Aragua ostentan en la capital, desmeritando la posibilidad de una guerra entre grupos en la ciudad. 

De acuerdo con Hugo Acero, exsecretario de Seguridad en Bogotá entre 2019 y 2021 y experto en seguridad ciudadana, el aumento de delitos como la extorsión, el secuestro y el sicariato en la ciudad no puede ser relacionado a una posible presencia de las AGC y el Tren de Aragua. 

“A este grupo [el Tren de Aragua] casi que lo colocan como una mafia y la verdad es que es un grupo de tercer o cuarto nivel. Se ha convertido en una marca, al igual que las AGC”, dijo, en referencia al sistema que utiliza el gobierno para determinar el nivel de amenaza de los grupos armados en el país. 

VEA TAMBIÉN: Bogotá, epicentro de guerra entre bandas de microtráfico en Colombia

Según Acero, esto no quiere decir que en Bogotá no haya estructuras más organizadas y con mayores capacidades. Sin embargo, en la mayoría de estos casos los nombres de estas organizaciones son utilizadas para intimidar, pero no representan una amenaza real. 

“Bogotá no es ajena a la presencia de distintos grupos, incluso el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC. A mi modo de ver, el problema es que no hemos dedicado inteligencia e investigación criminal a desmantelar organizaciones de alto alcance.”, afirmó Acero. 

En el pasado, InSight Crime se ha referido a la forma en que grupos como las AGC se organizan por medio de franquicias, con grupos de menor tamaño utilizando su nombre. Esto podría dificultar el establecimiento de células organizadas con la capacidad de sostener conflictos con otras organizaciones, especialmente en ciudades como Bogotá.