Una serie de ataques con granadas, así como amenazas y extorsiones relacionadas con bandas venezolanas en Perú, revelan que el uso de esta arma ha sido exportado de Venezuela a otros países latinoamericanos. 

El ataque más reciente ocurrió el 15 de septiembre en San Juan de Lurigancho, un distrito de la capital, Lima, en el que se lanzó una granada dentro de un club nocturno. El incidente dejó al menos a 15 personas heridas.

La nacionalidad de los perpetradores no ha sido confirmada de manera oficial, pero fuentes dentro de la policía peruana le dijeron a Exitosa Noticias que el ataque estuvo relacionado con la extorsión y fue llevado a cabo por venezolanos.

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En entrevista con TVPerú Noticias, el alcalde del distrito, Jesús Maldonado, señaló que estos ataques se están generalizando. “Lo que ha sucedido […] pudo haber ocurrido en cualquier otro horario o en cualquier otra parte de este distrito, como ha venido ocurriendo con los mototaxistas, muchos de los cuales lamentablemente han muerto por negarse a pagar cupo”, dijo.

Si bien no hay indicios de que este incidente esté relacionado con el Tren de Aragua, una de las bandas más grandes de Venezuela, ha habido numerosos informes que indican la presencia del grupo en San Juan de Lurigancho. Además, en mayo, dos ciudadanos venezolanos fueron arrestados allí por presuntamente dejar una granada en la oficina de una empresa de transporte a la que estaban extorsionando.

Recientemente, las granadas se han convertido en el arma preferida de las bandas extorsionistas de Perú, donde las utilizan grupos venezolanos, peruanos y colombianos. La extorsión en general está aumentando en Perú. En los primeros nueve meses de 2022, se reportaron 7.209 casos, un aumento del 62% en comparación con 2021, según cifras policiales citadas por La República.

Esta práctica se está extendiendo por Perú. En agosto, dos venezolanos, presuntamente pertenecientes a una banda de extorsionistas, fueron arrestados en otro barrio de Lima, Villa El Salvador, donde, según informes de prensa, utilizaron granadas para amenazar a negocios del sector. Otros dos fueron arrestados el mes anterior en la ciudad de Carabayllo por presuntamente dejar una granada en una tienda de apuestas.

También se han reportado tácticas similares en Chile, donde los fiscales señalaron la posible participación del Tren de Aragua tras las incautaciones de granadas en junio y noviembre de 2022.

Análisis de InSight Crime

El uso de granadas por parte de extorsionistas en países como Chile, y especialmente Perú, coincide con el crecimiento de la migración criminal venezolana en todo el continente. Grupos como el Tren de Aragua se han expandido, llevando métodos que emplean en Venezuela al extranjero.

El uso de granadas en Venezuela se generalizó por primera vez en el estado Zulia, en la frontera con Colombia, donde se utilizaron granadas en 44 ataques o amenazas entre 2020 y junio de 2023, lo que representa el 60% de todos los incidentes de este tipo en el país.

Su uso se popularizó, en parte, debido al anonimato que permiten.

“Es muy difícil relacionar los fragmentos del arma utilizada [granada] con los victimarios, a diferencia de las armas de fuego cuando se ubica un proyectil”, le dijo un exfuncionario de alto rango de la policía venezolana a InSight Crime.

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Algunas de las bandas más prominentes de Venezuela compran las granadas de diversas maneras, como informó InSight Crime en junio de 2023. Entre ellas están el robo y la venta de las existencias del ejército, así como el contrabando a través de la frontera desde Colombia, país todavía enfrascado en un conflicto civil. Al interior de Venezuela se han incautado armas de la ex-Yugoslavia, Israel y Estados Unidos.

En Perú, las autoridades reforzaron los controles sobre los arsenales militares en 2015, tras descubrir 51 granadas que supuestamente iban a ser vendidas a diversas bandas.

Pero esas armas siguen viniendo de fuera del país. En abril de 2021, Interpol ayudó a desmantelar un grupo de tráfico de armas que había contrabandeado granadas y otras armas cuyo origen se rastreó hasta la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay.