Algunos casos recientes de artistas del género musical Trinibad vinculados a actividades criminales en Trinidad y Tobago evidencian la compleja conexión entre la música y el crimen en el país caribeño.

En el último año y medio, al menos tres cantantes de Trinibad han sido procesados por su relación con el crimen. Este género musical es la versión local del dancehall jamaiquino en Trinidad y Tobago. El Trinibad a menudo presenta letras e imágenes alusivos a pandillas, por lo que se suele relacionar con la criminalidad. 

El caso más reciente ocurrió el 2 de febrero, cuando la policía acusó al cantante Kashif Sankar, también conocido como “Kman 6ixx”, de posesión de municiones y de dos delitos previstos en la Ley Antipandillas 4, 2021: ser miembro de una pandilla y profesar ser miembro de una pandilla. 

Sankar iba a presentarse en la nación caribeña de San Cristóbal y Nieves el 2 de marzo. Sin embargo, luego de su captura, las autoridades locales anunciaron que prohibían la presentación del artista en el país, ya que su música podría plantear riesgos para la seguridad. 

“La evaluación realizada por las fuerzas de seguridad identificó que el contenido realizado por el artista contenía promoción explícita de la violencia; de actividades criminales; y glorificaba un estilo de vida pandillero», afirmó la policía de San Cristóbal y Nieves a través de Facebook.

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Algo similar sucedió con Prince Swanny, otro representante del género. En abril de 2023 las autoridades de Trinidad y Tobago capturaron al cantante por sus presuntos vínculos con pandillas, lo que le llevó a perder su concierto en Dominica. 

El tercer caso de la lista ocurrió en Noviembre de 2022, cuando la policía de Trinidad y Tobago acusó al cantante Shakeem Griffith, también conocido como “Zoom Boss”, de asesinato. También enfrenta cargos relacionados con armas.

Análisis de InSight Crime

Los expertos aseguran que los géneros musicales que glorifican la cultura de pandillas juegan un rol fundamental en el incremento, o al menos, la persistencia de la violencia en Trinidad y Tobago. Sin embargo, no es preciso señalar a estos elementos culturales como los únicos responsables. 

“El género [Trinibad] ha tenido un aporte significativo en el crimen y la violencia ya que glorifica la venganza y el asesinato”, dijo Raymond Ockille, fundador de la ONG REACH ‘N Inc, a InSight Crime. Además, el contenido de las canciones suele normalizar el uso de la violencia para resolver disputas, por lo que conflictos que se pueden resolver de manera no violenta, se solucionan con armas, añadió. 

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Si bien es artísticamente significativo, los estudios en ciencias del comportamiento sugieren que la exposición prolongada a temas violentos puede insensibilizar a las personas a la agresión, lo que podría normalizar dichos comportamientos.

Trinidad y Tobago cerró el 2022 como el año más violento de su historia, con 601 homicidios. InSight Crime hizo trabajo de campo en diciembre de ese año en el país caribeño y múltiples fuentes mencionaron el Trinibad como una de las causas detrás de la cifra histórica. Aunque la cifra disminuyó en 2023, continúa siendo alta, con 576 homicidios. 

“Hay una relación indiscutible entre algunos géneros musicales y las dinámicas criminales”, dijo Sebastián Reyes, experto en cultura y conflicto, a InSight Crime. “Las canciones no solamente legitiman el accionar de los grupos, en este caso pandillas, sino que además sacralizan a los líderes”, indicó. Esto genera un sentido de pertenencia al interior del grupo y también una  aspiración en algunos sectores de la sociedad para pertenecer a estas estructuras, explicó. 

Por otra parte, sería reduccionista atribuir los niveles de violencia en Trinidad y Tobago únicamente a la música, ya que en algunos casos, se ha utilizado como una fuerza para lograr cambios positivos y ayudar a alejar a las personas de las pandillas. 

De hecho, hay una variedad de factores que explican la violencia en Trinidad y Tobago, incluido  el creciente flujo de armas ilícitas, la fragmentación de pandillas y la falta de herramientas no violentas de resolución de conflictos.  

Imagen principal: Un aviso en Upper Dibe Road, St James, con marcas alusivas a la pandilla 6 o Sixx. Crédito: Trinidad and Tobago Newsday.