Estados Unidos ha suspendido el vuelo de una flota de aviones no tripulados, utilizados para vigilar la frontera con México, tras el accidente de uno de estos aviones. Este evento distrae la atención frente a cuestiones más importantes acerca del uso de aviones no tripulados para monitorear y combatir la criminalidad transnacional.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos decidió suspender su flota de vehículos aéreos no tripulados (comúnmente conocidos como “drones”), utilizados para ayudar a vigilar la frontera, después de que uno de ellos se estrellara frente a las costas del sur de California, informó El Espectador.

Al parecer, el avión no pudo regresar a su base en Sierra Vista, Arizona, debido a una falla mecánica. Esto provocó que los operadores decidieran hacerlo estrellar en el mar con el fin de prevenir un accidente en una zona poblada, y evitar exponer su tecnología militar. La Guardia Costera estadounidense fue enviada de inmediato para recuperar cualquier resto del avión no tripulado, valorado en unos US$12 millones.

La CBP posee una flota de diez aviones no tripulados Predator B, y ha estando utilizando aviones no tripulados a lo largo de la frontera con México, desde 2005. Los aviones no tripulados, utilizados para luchar contra la inmigración ilegal y contra potenciales actividades terroristas, son capaces de permanecer en el aire durante 20 horas, a alturas de hasta 15.000 metros (50.000 pies), informó El Espectador.

El resto de la flota aterrizó como precaución, mientras se realiza una investigación sobre la causa exacta del accidente.

Análisis de InSight Crime

El uso de aviones no tripulados, para patrullar las fronteras, es un caso en el que la tecnología se mueve mucho más rápido que las leyes y los acuerdos internacionales. Si bien Estados Unidos ha ido aumentando su dependencia en los aviones no tripulados, para vigilar su frontera con México y el Caribe, la ausencia de normas internacionales ha creado un zona gris alrededor de los dispositivos, y su uso para monitorear la frontera es un tema delicado que plantea preguntas sobre la soberanía y la privacidad.

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Parece que el uso de aviones no tripulados, en los puntos críticos de criminalidad, será inevitable y se convertirá en algo común, ya que sus capacidades operativas ofrecen claras ventajas en la lucha contra el tráfico de drogas y otros crímenes transnacionales. Sin embargo, será necesario abordar las ambigüedades con respecto a su propio papel y en cuanto al uso aceptado.

Estas ambigüedades incluyen las preguntas sobre cuándo Estados Unidos necesita permiso para espiar a los ciudadanos mexicanos y cómo se verá afectada la privacidad de los ciudadanos estadounidenses que viven en las zonas fronterizas. La policía mexicana en Tijuana también ha estado utilizando aviones no tripulados a baja altura con fines de vigilancia. ¿Podrán estos aviones no tripulados entrar en el espacio aéreo de Estados Unidos?

Considerando las grandes implicaciones de estas cuestiones, los problemas técnicos que rodean el accidente del avión no tripulado de Estados Unidos son comparativamente menores.

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4 respuestas a “Accidente de avión no tripulado en la frontera de Estados Unidos distrae la atención de otras cuestiones acerca de su uso”